Marcos Crespo se convirtió en el único ciclista hasta ahora en repetir triunfos en etapa. Ya había ganado en el segundo parcial, aquel en donde se cayeron Escuela y Fernández en el velódromo en pleno embalaje. Ayer, el bonaerense peleó mano a mano con los mismos protagonistas en igualdad de condiciones y los quebró sobre la raya misma. "¡Fue un sprint espectacular! Y lo que me pone más contento es que esta vez entramos limpios al velódromo y pude vencer a dos muy buenos embaladores", contó un emocionado Marcos Crespo.

El corredor de la Agrupación Virgen de Fátima fue aquel que se salvó milagrosamente al caer a un precipicio en pleno descenso de la pasada Doble Calingasta. Pasó de largo al chocar un guarda rail, rodó unos 15 metros por piedras filosas y sólo se lastimó las manos. "Creo que en esta Vuelta estoy teniendo revancha de aquel mal momento. Si bien tuve suerte en la caída, la recuperación me quitó ritmo, porque me costó mucho poder agarrar de nuevo el manubrio (por sus lesiones). Por eso, tener buenos resultados ahora es una demostración que estaba haciendo las cosas bien", apuntó.

Crespo, que el jueves había sido el primero en buscar una fuga, ayer repitió su intento al buscar una meta bonificada en el arranque del parcial. El Piquetero volvió a ser protagonista y ratificó que estaba en un buen día al ganar la etapa. "Me levanté muy bien y de entrada salí a buscar la carrera. De piernas me sentía perfecto y cuando se dio lo del embalaje, no la dudé. Encaré por arriba (del peralte) y la verdad que no puedo dejar de decir que fue uno de los mejores sprint de la Vuelta", agregó.

"Ser el único que pudo repetir una victoria me llena de orgullo, porque además pude poner la camiseta del equipo de nuevo en el podio. Espero que sea una buena señal para la etapa del Colorado, donde nos jugamos mucho", indicó.