La creciente presión de los mercados, producto de una histórica crisis financiera, con un alto índice de desempleo y una deuda soberana casi insostenible tendrá finalmente un correlato más inmediato en las urnas: El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero decidió adelantar las elecciones generales previstas para marzo de 2012 al próximo 20 de noviembre. El anuncio lo hizo el propio jefe del Gobierno español durante una conferencia de prensa en la que explicó que se trata de una decisión “pensada, madurada desde hace tiempo”, que pretende “proyectar certidumbre política y económica” de cara a los próximos meses en el difícil contexto actual.
El anuncio pone fin a semanas de especulaciones políticas sobre el adelanto electoral, reclamado con insistencia por el Partido Popular (centroderecha) tras su arrolladora victoria en los comicios locales del 22 de mayo.
Se produce también 24 horas después de que el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) muestre una señal de recuperación del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con Alfredo Pérez Rubalcaba como cabeza de cartel electoral frente al PP, que sigue, no obstante, como favorito en la intención de voto de los españoles con una ventaja de 7,1 puntos.
Zapatero, de 50 años, no se presentará a un tercer mandato en noviembre y ha cedido el testigo a Rubalcaba, hasta comienzos de julio su “número dos”, como vicepresidente primero del Gobierno.
Este veterano socialista, de 60 años, que ya formó parte de los gobiernos de Felipe González, se medirá con Mariano Rajoy, el líder del PP. El dirigente “popular” se enfrentó en las dos anteriores elecciones generales (2004 y 2008) a Zapatero, que le ganó en ambas.
El anuncio del adelanto electoral se produjo en una nueva jornada de presiones de los mercados financieros sobre la deuda soberana de España y sólo horas después de que la agencia de medición de riesgos Moody’s colocara la deuda pública española con perspectiva negativa de rebajarla en un escalón (Aa2) por una mayor vulnerabilidad financiera del país.
Además, Moody’s colocó en revisión las calificaciones de deuda de los principales bancos españoles -Santander, BBVA, CaixaBank, La Caixa y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA)- para una eventual rebaja.
Con este telón de fondo, Zapatero optó por anunciar antes de las vacaciones estivales el adelanto de las elecciones en cuatro meses para facilitar que el nuevo Gobierno pueda asumir plenamente a partir del 1 de enero el nuevo ejercicio económico.
Ello supone que se prolongarán los actuales presupuestos generales del Estado y que habrá de plazo hasta el 26 de septiembre -cuando se oficializará la convocatoria de las elecciones con la disolución de las Cortes Generales (el parlamento)- para aprobar las leyes y medidas en proceso de tramitación que quedan pendientes.
