�La ciudad de Roma se prepara para la celebración del último Ángelus de Benedicto XVI como pontífice antes de que abandone la Silla de Pedro el próximo 28 de febrero, un acontecimiento que las autoridades romanas prevén será multitudinario a pesar del mal tiempo.
Tras su ausencia durante una semana para asistir a unos ejercicios espirituales y recibir ayer en audiencia privada al presidente de la República, Giorgio Napolitano, la reaparición del Papa Benedicto XVI en público es anhelada por los fieles que quieren decirle adiós tras enterarse de la renuncia.
