El caso de las escuchas telefónicas que salpica al Gobierno porteño tuvo, en las últimas horas, un nuevo capítulo polémico que involucra al Gobierno nacional, pues un informe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) confirmó que el ex policía federal Ciro James, detenido por ordenar las "pinchaduras", iba a retirar las grabaciones a ese organismo situado a metros de la Casa Rosada.
Fuentes judiciales informaron que el juez Norberto Oyarbide, a cargo del caso, recibió el informe de la SIDE en el que confirma que era James quien iba a retirar las escuchas y que comenzaron en el año 2007.
El nivel de escándalo que alcanzó el caso fue porque James se desempeñó un año y dos meses en el Ministerio de Educación porteño a cargo de Mariano Narodowski y había iniciado los trámites para entrar a la Policía Metropolitana que depende de la cartera de Seguridad del ex juez Guillermo Montenegro.
Entre los espiados estuvieron Sergio Burstein, familiar de una víctima de AMIA y acérrimo enemigo del renunciante policía Jorge Palacios, y el empresario Carlos Avila.
El Gobierno nacional, a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió a negar influencia de la Policía Federal en las actividades ilegales atribuidas a James.
La diputada porteña por Nueva Democracia, Gabriela Cerruti, afirmó ayer que el ex policía federal y ex empleado de la administración porteña Ciro James, detenido por escuchas telefónicas presuntamente ilegales, trabajó en Boca Juniors durante la gestión del hoy jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.
