Es difícil sacar conclusiones después de un partido que prácticamente fue un monólogo argentino. Igual, al técnico argentino José Martinazzo le sirvió el momento favorable ante Sudáfrica para diagramar en cancha las variantes que seguramente pondrá en escena las veces que lo necesite más adelante. Más aún teniendo en cuenta que el “campeonato” empezará “de verdad” para la Argentina recién esta noche, cuando juegue frente a Italia. Y, después, cuando ya se vengan los partidos de Play Off que no admitirán ningún tipo de errores.
José varió a los que mandó de titulares el primer día. Al margen del arquero Kenan (que entró las dos veces) ante Alemania ingresaron Abalos-Nalo García-Ema García-Alvarez. Anoche lo hicieron Velázquez-Nalo García-Nicolía-Alvarez. Con el Mono ganó en ductilidad. Con Nicolía en movilidad por afuera. El cambio lo ameritaba toda vez que en el primer partido al técnico le era imprescindible el remate de afuera del Tuco Abalos y la penetración de Emanuel García.
Es evidente que José eligió bien. Después él mismo le fue dando minutos a los que estaban afuera. Por eso la rotación fue constante. Siempre cambiando a cada uno de los jugadores por puestos determinados.
El momento que más llamó la atención fue en el complemento, cuando tuvo en cancha a David Páez y Nalo García, los dos medios, juntos. El Cachi Páez se paró en el fondo y Nalo fue el organizador del juego. Este esquema, que completaron Pablo Alvarez y Carlos Nicolía, resultó interesante, toda vez que ante futuros rivales este cuarteto demostró orden, velocidad y predisposición para no quedar expuesto al contragolpe rival.
Igual, habrá que esperar partidos como el de hoy ante Italia para saber en qué se afirman las posibilidades argentinas. No se puede descartar, por ejemplo, la capacidad goleadora y la desfachatez de Lucas Ordóñez. En fin, todavía todo está por verse.
