De aspecto menudo y cara angelical, el minero Yonny Barrios fue el vértice clave de un triángulo amoroso que ayer cobró más dimensión luego de que lo rescataran del yacimiento. Al minero número 21 en orden de rescate lo esperaba su amante en la superficie.
Su esposa, Marta Salinas, con la que lleva 28 años casado, se negó a asistir al rescate después de enterarse que Barrios había invitado a Susana Valenzuela, mujer con la que vivía en el momento del derrumbe.
Si bien Yonny está casado con Marta, desde hace cuatro años convive con quien fue su amante, Susana. En la primera carta que pudo enviar a la superficie, Barrios afirmó su amor por Susana, pero se comprometió a que "a Marta no le faltará nada". Precisamente por eso, Salinas anunció que rechazaría una invitación de Barrios para asistir al rescate porque "es ella o yo".
"Estoy contenta porque se salvó, es un milagro de Dios, pero yo no iré a ver el rescate. Él me lo pidió, pero resulta que también invitó a la otra señora y yo tengo decencia. La cosa es clara: ella o yo", indicó Salinas, que conoció a la actual pareja del minero en el campamento "Esperanza", donde aguardan los familiares de los mineros atrapados.
Sobre la tierra que el 5 de agosto se tragó a Barrios, esposa y amante discutieron, además, sobre quién debía guardar los 9.803 dólares que el millonario empresario Leonardo Farkas regaló a cada uno de los mineros atrapados y que finalmente recogió Salinas.
La esposa de Barrios tampoco quiso presenciar el rescate por la televisión, decisión que compartió con la primera dama chilena, Cecilia Morel, que la apoyó. Cuando a las 16.31 hora local (el mismo horario para Argentina) emergió de la veta a bordo de la cápsula "Fénix 2", el minero fue recibido con aplausos.
Poco después Valenzuela, ante la atenta mirada de todos, se acercó tímidamente al minero con el que se fundió en un largo abrazo que acabó con dos besos y un susurro amoroso. La escena fue seguida por miles de chilenos situados frente a las pantallas gigantes que las autoridades colocaron en avenidas principales y que se transmitió a través de la señal internacional de la televisión estatal.
Barrios, de 50 años, no tiene hijos. Se convirtió en el "doctor" del grupo por sus conocimientos sobre primeros auxilios, adquiridos desde pequeño cuando ayudaba a su madre que padecía diabetes. Durante el encierro se encargó de poner inyecciones, tomarles la presión, redactar los informes médicos de sus compañeros y dárselos al equipo de rescate.
Barrios empezó a trabajar en la mina San José en 1985 y volvió después de la última reapertura. El día del derrumbe no le tocaba trabajar, había terminado su turno, pero uno de los jefes ofreció hacer un turno doble y él aceptó.
