Grafitis y dibujos en las paredes, basura por todos lados, sectores incendiados, vidrios rotos, colchas que parecen improvisadas camas sobre el piso, ropa sucia y vieja tirada y un insoportable olor a orina que penetra en las fosas nasales. Por avenida España, en Capital, hay dos estaciones de servicio abandonadas que se convirtieron en foco de quejas porque los vecinos dicen que hay gente que suele dormir en las instalaciones, que se junta a beber y drogarse, que el olor es insoportable porque las usan de baños públicos y por la sensación de inseguridad que les genera pasar por allí en las noches.
Se trata de las viejas estaciones de servicio que quedaron abandonadas en España y San Luis y en España y 9 de Julio. Ambas tienen cerramientos con cartelería porta afiches, pero en las dos abrieron brechas forzando las chapas y hay gente que incluso las está usando de refugio.
LAMENTABLE
La que peor estado de abandono tiene es la estación que funcionó en España y San Luis, a metros del Parque de Mayo.
Lo que fue antes el servi-compras tiene una abertura en las paredes vidriadas y el olor allí dentro es nauseabundo, a la vez que todo el piso está cubierto de basura. Más al fondo, detrás de una puerta cerrada precariamente con alambre y en lo que parece que fue una oficina, hoy hay una alfombra tendida en el suelo y una frazada, como si alguien usara el lugar de dormitorio.
Afuera, en las dependencias de lo que era engrase y lavado, también se ve colchas tendidas y hay otras habitaciones en la que aparecen restos de cosas quemadas, como si hubiesen hecho fuego para calentarse. En los baños, simplemente no se puede respirar.
‘En la tarde empieza a llegar la gente y hay veces que de noche te da miedo pasar por la vereda. Vemos que adentro hacen fuego, que se drogan y toman. Y en los días que hace calor, no se puede estar del olor a baño que sale. Creemos que la solución es que hagan un buen cierre perimetral o directamente que saquen las chapas, porque apenas las arreglan, las vuelven a romper’, contó una vecina que prefirió no dar su nombre.
CON OKUPAS
En la estación de España y 9 de Julio, un joven que no quiso fotos ni identificarse dijo que suele dormir allí cuando lo corren de su casa. Acompañado de dos mujeres, contó que el año pasado vivió allí durante seis meses, regresó a su vivienda y ahora, por motivos familiares, decidió usar otra vez su viejo colchón para pasar las noches.
Los vecinos indicaron que siempre hay gente ocupando las instalaciones y que hace poco alguien incendió una de las oficinas, por lo que tuvieron que llamar a los bomberos.
Por otro lado, pese a las quejas, desde la Municipalidad de la Capital dijeron que no pueden actuar porque se trata de predios privados.
‘Si el dueño no denuncia daños o usurpación, nosotros no podemos hacer nada. Además, esos cerramientos para poner publicidad son autorizados por la municipalidad, pero se trata de convenios que hacen los dueños de los inmuebles con esas empresas’, dijo Juan Sánchez, secretario de Gobierno municipal.
Estas viejas estaciones pertenecieron a RHASA, una empresa que desapareció hace unos siete años. La estación de calle San Luis fue vendida recientemente a una empresa constructora, que planea hacer un edificio, según fuentes ligadas al negocio inmobiliaria. Sobre la de calle 9 de Julio, no se conoce por ahora que vaya a tener alguna utilidad.
