Supuesto bebedor y vicioso del juego. Su nombre es Juan Ramón Luna y hoy es uno de los más buscados en la provincia. Los que lo quieren encontrar son la Policía y las dos personas a las que estafó vendiéndoles la misma casa y a los que les sacó 300.000 pesos. Otra que también lo busca es su esposa, que fue una víctima más del tremendo engaño porque viviendo ahí, y siendo dueña de esa propiedad, se enteró que su vivienda había sido vendida dos veces después de que Luna la dejó y desapareció del todo. La maniobra hasta perjudicó a dos agentes inmobiliarios y a dos escribanías que, supuestamente sin saberlo, hicieron de intermediarios o certificaron las transacciones.
Juan Ramón Luna (56) como buen timbero hizo su última jugada alzándose con casi todo ese dinero y actualmente se encuentra prófugo. Los policías de la Seccional 1ra, a cargo del comisario inspector Darío Villafañe, tienen un pedido de captura en su contra por estafa. Los investigadores establecieron que Luna había pergeñado todo hace meses, cuando puso avisos en los medios ofreciendo a la venta su vivienda de calle Tomás Edison del Bº Fray Justa Santa María de Oro, en Desamparados, Capital. Según la Policía, en ese entonces el hombre ya estaba casi separado de su señora y prácticamente no vivía en el domicilio.
Al tiempo de publicitar los avisos, apareció un agente inmobiliario que le consiguió un comprador. Luna mostraba el inmueble a los potenciales compradores cuando su mujer no estaba y hasta exhibió toda la documentación, explicaron. El 8 de junio firmaron el boleto de compra-venta de la propiedad en una escribanía del centro y el comprador, Juan González, pagó $150.000 como parte de la transacción, señalaron las fuentes. En ese encuentro, Luna apareció con una mujer, que aparentemente se hizo pasar por su esposa, y estampó su firma.
El 25 de julio hizo la misma maniobra, pero a través de otro agente inmobiliario y en otra escribanía céntrica. En esa ocasión, Luna recibió otros 150.000 pesos de Marcelo Alaníz, la otra víctima, por esa casa de calle Tomás Edison, indicó la Policía. Ahí también llevó a una mujer que firmó en nombre de su esposa, aseguraron los policías. Fue luego de la segunda transacción, cuando esta última escribanía se enteró que otro estudio colega había inhibido ese inmueble por una venta hecha en junio. Así descubrieron que la misma propiedad había sido vendida dos veces por Luna. Eso llevó a que uno de los escribanos hiciera la denuncia en la Seccional 1ra.
Los principales perjudicados son los dos compradores que pagaron 150.000 pesos, cada uno, por esa casa de la que no pueden disponer.
Más sorprendida está Teresa Montenegro, la esposa de Luna, que asegura que ella y sus dos hijas (que viven fuera de la provincia) no sabían nada que éste vendió la casa familiar y jamás recibieron un solo peso, de hecho no lo ven desde de junio. La mujer vende semitas y ahora corre el riesgo que los damnificados le reclamen su casa.
