En el libreto del sospechoso todo parecía estar calculado: un DNI con su foto, un recibo de sueldo de una empresa constructora, un documento de monotributista y hasta una boleta de la empresa de energía, parecían firmes argumentos para creer que ese sujeto de palabra fácil era justamente quien decía ser, Pablo Andrés Llosa. Así consiguió que le dieran en cuotas un televisor LED de 40 pulgadas valuado en $8.900 de Plaza Hogar, en Pocito, a las 20.03 del último miércoles. Y apenas una hora después logró otro más con la misma tecnología pero de 42 pulgadas de la marca RCA que vale $7.800 en M&B Hogar, Rawson. Esa operación sería, sin embargo, la última para ese individuo porque el comerciante estaba alertado de que un estafador actuaba en grandes comercios y a pesar de cerrar la operación llamó a los policías de la Brigada Sur a cargo del oficial Jorge González. Enseguida, los oficiales Vicente Alvarez, Natalia Moreno, el cabo Víctor Ponce y el agente Martín Weilbeir, le cayeron encima justo cuando enfilaba con el aparato hasta un Peugeot 206, cuyo conductor también fue detenido porque intentó fugarse, dijeron fuentes policiales.
Allí supieron que el chofer del vehículo era alguien con antecedentes penales, Daniel Hugo “Gorila” Molina (42) pero recién ayer supieron que el sujeto del TV es Víctor Adrián Mercado Muñoz, porque les dio nombres falsos y fue necesario cotejar sus huellas digitales para conocer su real identidad.
Un allanamiento posterior en una habitación que alquilaba en Mendoza 33 Norte, en Capital, permitió recuperar el otro televisor, calzado y ropa que supuestamente consiguió engañando.
Tal fue su preocupación por evitar su caída, que uno de los comercios llegó a chequear un domicilio falso que dio en Pocito y no percibieron el engaño porque la inquilina también se dejó embaucar (le dijo que era el nuevo dueño de la casa) y mintió al decir que era su yerno y vivía con ella, dijeron en la Policía.
Ayer, no descartaba que el dúo sospechado hubiera cometido fraudes en otros cinco grandes comercios.
