Perdido entre el perfume a peperina y el canto de los pájaros del Valle de Traslasierra (Córdoba), donde tiene su casa y estudio de grabación, Germán Daffunchio se conecta con ese universo que ama: la música. Antes de su llegada a San Juan, el líder de Las Pelotas, banda que transita sus 28 años en el ruedo y que está en plena presentación de su disco Brindando por nada, dialogó con DIARIO DE CUYO. De esos que dicen lo que sienten, habló de todo, desde su vida hasta de la Argentina, un país ‘de chupamedias’.
– ¿Cómo describís este trabajo discográfico?
– Creo que es un discazo. Tocaremos con Aerosmith -el sábado próximo en el Estadio Único de La Plata-, se nos dio la oportunidad de ir a México, pero vamos con muchas ganas a San Juan.
– ¿Por qué…?
– Porque es un lugar que queremos y apreciamos, tenemos amigos allí. Es una vuelta esperada, es más, voy unos días antes para jugar al golf con un amigo que me pasea por diferentes lugares, además tengo la expectativa de tocar nuestro disco.
– Pero con 28 años en carrera, ya la tienen clara…
– ¿28? Bueno, no sabía. Grabar discos es parte de nuestra rutina, ya estamos planeando el próximo.
– ¿Cuando estás solo en tu casa, necesitás volver a reunirte con el grupo?
– Cuando estoy en casa es para descansar, nuestras vueltas tienen un desgaste mental y físico. Aunque, también, es una base de operaciones; acá en las sierras tenemos el estudio. Es muy intensa nuestra vida, pasan dos semanas y ya tenemos ganas de tocar.
– Ya es algo incorporado…
– Sí, sí. Incluso me quedó como un trastorno en el sueño de tantos años de noches y noches. Ahora, apenas hay un poco de luz me despierto, igualmente me encantan los amaneceres.
– ¿Te inspiran?
– Sí, puede ser, pero Picasso siempre decía que a él la inspiración lo agarraba trabajando, por eso es importante tener las herramientas encima.
– En tantos años de profesión, cuántas canciones habrás desechado porque no te gustaban…
– Tenemos estanterías de temas. Hay algunos que los volvemos a escuchar y los seguimos trabajando. Somos bastante ordenados, no desechamos nada. En esta producción, hay un tema que compuse hace años (NdR: Quizás no puedas) que resurgió y quedó.
– ¿Cómo palpita la música alguien como vos?
– Es nuestra forma de ganarnos la vida y nuestra pasión, hay que tener mucha pasión para llevar esta vida, tocar en vivo, recorrer miles de kilómetros, sacar discos y tratar de hacer buenas canciones.
– Bastantes exigencias…
– Hay un error en pensar que hacer una buena canción te va a dar el éxito. Sí te va a hacer conocido, pero las cosas las tenés que sostener con trabajo, más en estos tiempos en los que los grupos viven de los shows.
– No cualquiera compone…
– El poder componer quiere decir que todavía tenés cosas para dar.
– Casi 30 años y seguís con la misma ganas.
– Sí, por suerte. No me agrada pensar en no tener más nada para dar y tocar el mismo tema por el resto de mis días.
– ¿Y cuando te piden los clásicos…?
– Ah, los tocamos sin problemas. Por suerte, tenemos muchos, no nos hace falta repetir los mismos. No negamos nuestro pasado porque la música va paralela a tu vida.
– ¿Y Brindando… dónde te encuentra?
– En nuestros primeros discos, íbamos mucho más para afuera con más carga social y Brindando… me parece que es más para adentro, porque la verdadera revolución empieza desde uno.
– Según los críticos, sigue el fuerte discurso social que los caracteriza…
– Eso es lo que hacemos siempre, somos un grupo que tira fruta.
– Y en esa canción deslizás esa idea.
– Somos un país que está en guerra consigo mismo.
– Varios artistas se alinearon al modelo anterior, los que no lo estaban no participaban de sus movidas.
– Este es un país de chupamedias del poder. Y también hay gente que se la quiere dar de sabia, acompañando un modelo o lo que fuera y, en realidad, lo que tratan de acompañar es su bolsillo. Si este país tuviera tantos patriotas como decimos, estaríamos mucho mejor.
– ¿El amor hace falta, uno de los temas nuevos, es una de las claves?
– Me gusta mucho, porque con el tiempo se distorsiona el afecto verdadero con los objetos como muestra de amor. El amor es el amor, no un objeto.
– ¿Sos militante de algún partido político?
– No. Ya la palabra militante me da impresión porque viene de militar, de milico, de ser soldado de otra persona y eso no me gusta en lo más mínimo. Cuando tenía 18 años en el servicio militar, fui chofer de muchísimos de los milicos del proceso, desde muy chico vi lo que era el poder y la ambición. Uno piensa que el político, en teoría, es una persona con capacidad y es común, con las mismas porquerías que todos. El sentimiento es lo que menos mueve a esta sociedad, me da mucha bronca la falta de corazón, es muy triste ver el hambre que hay a nivel Argentina y mundial. Lo que menos amor tiene es el dinero.
