Dice que hay que desacartonar la historia para que llegue a todo tipo de lector, pero sin dejar de lado la investigación exhaustiva. Confeso admirador de Domingo Faustino Sarmiento, asegura que es un prócer maltratado por la nueva ‘historia oficial‘. Claro, directo, sin pelos en la lengua, así es el historiador Ricardo de Titto que llegó a la provincia para presentar su último libro ‘Yo, Sarmiento‘, y habló de todo. Dijo que fue inoportuna la entrega del honoris causa a Osvaldo Bayer, detractor del prócer, por parte de la UNSJ, justo en el año que se conmemora el bicentenario del natalicio y que ‘es una locura compararlo con Hitler‘. Afirmó también que el actual Gobierno nacional ‘ningunea‘ a Sarmiento, y que ni siquiera fue tenido en cuenta a la hora de realizar los festejos de los 200 años de la Patria, durante el 2010.
-¿Por qué cree que Sarmiento es tan cuestionado?
-Es evidente que es un prócer que tiene mala prensa. Hay una razón de enfoque. Nosotros nos criamos con figuritas intocables como Sarmiento, y los innombrables como Rosas. Pero con el revisionismo histórico dieron vuelta el panorama. Cambiaron las figuritas y ahora Sarmiento es el malo. Hay una agresión impune hacia su figura y hasta se lo ningunea. Esto es porque el Gobierno nacional está fabricando otra historia oficial y necesita otros villanos y otros héroes. Hoy se usa la historia con fines políticos. Este país está en deuda con Sarmiento, no se lo deja en paz. Si fueran más inteligentes, construirían un Sarmiento a su medida, porque es un personaje que da para todo. Pero en la ceguera de buscar nuevos argumentos, se olvidan de rescatar lo que hizo.
-¿Cree que se conoce lo suficiente lo que hizo Sarmiento?
-Este prócer pasó a la historia como un gran educador. Pero no hay que restarle importancia a otras facetas. Para Sarmiento, la educación era un medio para formar una república. Consideraba al ciudadano como un ser productivo, trabajador. Es por eso que quería ver un país industrial, pujante e independiente. Hoy se simplifica todo. Hace más de cien años, Sarmiento visionó un Mercosur. Y de esto nadie habla hoy porque no conviene o no es funcional al discurso oficial. Hay que mostrar a Sarmiento y toda su complejidad y controversia. Eso es lo más justo que podemos hacer.
-¿Eso lo motivó a escribir su libro ‘Yo, Sarmiento‘?.
-Sí, tuve la necesidad de presentar al prócer en toda su complejidad, y hacerlo con un estilo accesible para las nuevas generaciones. Hay biografías que llegan poco a la gente por su modo acartonado de escritura. Me tomé el atrevimiento de escribir en primera persona, para darle voz a su pensamiento, que era provocador y contestatario.
-¿Qué opina sobre el honoris causa que la UNSJ le otorgó a Osvaldo Bayer?
-Inoportuno. Le reconozco a Bayer el ser solvente investigador de algunos temas, pero no conozco trabajos serios sobre Sarmiento, por eso discrepo con sus ideas. Pero más grave me parece que un docente de esa universidad (haciendo referencia a las declaraciones de Daniel Illanes a este medio), salga a compararlo con Hitler. Es lo peor que escuché en mi vida. Es vergonzoso y una comparación muy grave.
-¿Qué opina de los programas televisivos que intentan rescatar la historia?
-Tienen muchos errores intencionales. En la búsqueda de la crítica, caen en una visión superflua. Vi en alguna oportunidad un programa de Felipe Pigna y decidí no leer nada de él. Me parece que es un portavoz del Gobierno nacional que ayuda a construir una nueva versión de la historia. No porque no me guste lo que había, voy a aceptar lo primero que me ofrezcan. Apelo a que la gente empiece a evaluar las alternativas.
