Operado de los nervios. Así se podría caracterizar la actitud con la que Edgardo Bauza vivó y demostró sentir el partido debut en esta era tan completa para el fútbol de la Argentina.
Con mucha calma, buscando siempre darle respaldo a cada uno de los movimientos de sus jugadores, el Patón fue puro aplomo.
Insistió mucho con las proyecciones de Mas y los encuentros con Di María y se reconfortó con la seguridad que le dio al fondo Funes Mori, de muy buen partido. Cuando se quedó sin Dybala, no tocó el modelo para el complemento porque siguió con Pratto de punta y la libertad absoluta para que Messi eligiera por donde ir.
Camperón largo, manos en los bolsillos. Un estilo campechano, lejano a los grandes gestos y mucho más cercano a la modestia. Así se lo vio a Edgardo Bauza, el día de su debut como DT de la Argentina.
