Cantante, compositor y productor, Alejandro Lerner descubrió otra faceta: la de jurado de Soñando por cantar, el reality de El Trece que transmite en directo desde el Estadio Cubierto Aldo Cantoni, esta noche y mañana, a partir de las 21.15. Transitando el país en busca de buenas voces, es que Lerner vuelve a San Juan, luego de su última visita el 18 de diciembre pasado para la Fiesta Nacional de Santa Lucía, aquella vez como cantante. Su nuevo rol, sus calificaciones y su opinión sobre la sanjuanina Claudia Pirán (que levantó polémica en la provincia tras su participación en la emisión de Tigre), son algunos de los tópicos que el consagrado artista abordó con DIARIO DE CUYO.
– ¿Te sentís cómodo como juez?
– Más que jurados somos consejeros. Somos jurado porque tenemos que tomar una decisión sobre quien tuvo el mejor desempeño pero, en el medio tratamos de dar una indicación, un consejo, algo que les sea productivo y no los desanime.
– ¿Cómo te convocaron?
– Un día me llamaron del canal como suplente de Valeria Lynch y el formato gustó con los cuatro que estamos; cuando volvió Valeria y Polino se tomó vacaciones, me dijeron si quería quedarme como titular. Dios me pidió hacer circular la experiencia que tengo.
– Es un trabajo arduo…
– Y… es una responsabilidad enorme, viajamos dos veces por semana, esto sumado a nuestras giras. Por ejemplo, el sábado voy a Paraguay a tocar y la semana que viene a Chile, con lo cual habrá dos días que no podré estar, en mi reemplazo creo que va a estar Reina Reech.
– ¿Polino no te dijo que le serruchaste el piso?
– Nunca le pregunté, pero él trabaja en Soñando por bailar y tiene otras ocupaciones.
– ¿Qué te moviliza?
– La gente trae su voz, su realidad, sus necesidades, sus miedos; y uno se ve reflejado en eso.
– ¿Tuviste que decirle a un participante que se dedicara a otra cosa?
– No tengo derecho a decir eso. Lo nuestro no es la verdad, es una opinión. Nadie tiene derecho a decirle a otra persona "no servís’.
– ¿Y cómo te conducís, en cambio, cuando el participante te deslumbra?
– Cuando hay alguien que tiene elementos para hacer una carrera, somos más duros porque tenemos ganas que se lo tome en serio, le brindamos mayor atención e información técnica.
– ¿Tenés en cuenta la efervescencia del público para calificar?
– No. Esto es un certamen de canto no de problemas. Sin embargo, nuestra opinión es subjetiva, hay realidades en las que, inconscientemente, nos sentimos identificados y nos mueven. Hay mucho de intuición, psicología y experiencia que debemos aplicar en un minuto y medio.
– ¿Cuándo recién empezabas tuviste una oportunidad así?
– Siempre recuerdo cuando, terminando el secundario, fui a participar en Feliz Domingo con otro compañero de la escuela y perdimos. Eso no me desanimó. Es una cuestión de seguir adelante, a pesar de los "no’ y de las puertas que se cierran. Lo que siento por la música va más allá de la carrera y del éxito, eso también es bueno compartirlo con los protagonistas porque no es una cuestión de llegar sino de encaminarse. Lo que hace al éxito es la continuidad y la perseverancia.
– Ya escuchaste a una sanjuanina la semana pasada, Claudia Pirán…
– Sí. Me impactó, me sorprendió. Es profesional. Su forma de interpretar, su ángel, su voz, capacidad y lenguaje propio, todo eso me gustó muchísimo.
– En San Juan fue cuestionada: Por un lado, criticaron que al ser profesional le quitaba lugar a cantantes amateurs y por otro que bajaba un escalón en su carrera.
– Ella tomó la decisión de presentarse. Puede ser consagrada en un ámbito particular. Su voluntad fue presentarse en un acto de coraje y humildad, con posibilidad de no llegar a la final. Creo que no hay que juzgar sino celebrar a una mujer que tiene talento…Claudia sintió que daba para más, más allá de su repercusión en ciertos circuitos, no se lo puede comparar con una actuación en un programa que sale en toda Latinoamérica.
– Después de asombrarte con Claudia ¿Qué esperás encontrar en esta provincia a nivel artístico?
– Esperamos que nos sorprenda. Buscamos descubrir gente que tiene talento y un sueño por delante, y a ellos abrirles la puerta.
