Tiene 66 años y carga sobre sus espaldas 50 años dedicado a la agroindustria en San Juan, ahora timoneando una exportadora de pasas de uva y una bodega. Actualmente, y por quinta vez, preside la Cámara de Paseros pero jura que nunca se imaginó que el empresariado local lo iba a elegir para dirigir a la entidad más antigua: la Federación Económica de San Juan, cargo en el que acaba de asumir. Dice que su obsesión es dialogar y que no es un hombre ‘polémico’, ni ‘político’, pero no ofrece reparos en hablar francamente de la ‘’situación comprometida’’ por la que pasa el empresariado, aunque dice que aún no se ven despidos ni quiebras. Casi sin críticas al Gobierno provincial, en cambio no duda de advertir sobre un horizonte difícil si la Nación no hace correcciones para contener la inflación, el principal flagelo.
-¿Cómo está la economía de San Juan?
-Pasando un momento especial, pero no tan malo como en otras provincias. Está bastante ordenado, se ha ejecutado mucha obra que jamás se ha visto, está dirigido muy bien, tenemos la suerte de contar con una provincia que tiene un lugar de preponderancia, y tiene sectores que si bien hoy están alicaídos van a resurgir como el agro y la minería. El agro está muy mal por cuestiones climáticas y por cuestiones que se deben corregir, como lograr que el productor tenga una participación mayor en el mercado. Algunos grupos tienen exageradas ganancias y los productores siguen subsistiendo con una economía muy chata. Sé que se está haciendo mucho de parte del Gobierno pero nunca está todo dicho, hay tareas pendientes que con el diálogo se pueden lograr. No soy un hombre político ni polémico, soy un hombre que le gusta dialogar.
-¿Cuál es el punto débil y el fuerte de la provincia?
-El punto débil ya pasó, lo que le ocurrió al Gobernador, que felizmente lo pasamos. El punto fuerte es que puede producir mucha cantidad de alimentos, hay que lograr que más productos se elaboren aquí. En este momento está complicado, no San Juan, sino el país. Jamás hemos tenido un gobierno como éste, por lo importante de la obra que se ha hecho. También hay un sector minero importante, que no hay que boicotear. Los sanjuaninos deben tomar conciencia de que es algo muy bueno, que hay que vigilar para que no afecte al medio ambiente como cualquier industria. Pero si no tuviésemos este gobernador sería difícil que San Juan esté como en este momento. El Gobierno está haciendo mucho, pero nunca se agota hacer algo más. Pero también es cierto que hay sectores que no van a conversar sino a la lucha y a la pelea.
-Los fletes y traslado de mercadería al puerto es una queja constante, ¿qué se debería hacer?
-Creo que hay que estudiar algún tipo de compensación para aliviar ese costo tan importante. También se debe hacer algo con el tema retenciones.
-¿Qué habría que hacer con las retenciones?
-Eliminarlas por sectores. No es lo mismo el sector productor de uvas, el de ajos o el de minería o agroindustria. Se deben tratar uno por uno, y para eso tenemos tiempo. Claro que hay algunos que no tienen tiempo, porque los viñateros la están pasando muy mal. FÍjese la dicotomía, con un kilo de uva se hace un botellita de tres cuarto de vino. La mas económica de esa botella vale 25 a 30 pesos, y la uva no la quieren en este momento. En eso hay que ponerse de acuerdo, no hay que enfrentar a los grandes industriales pero sí conversar porque hay una transferencia tremenda del productor al industrial y del industrial al mayorista. Para eso está la federación, las cámaras y el Gobierno, para que sentados en una misma mesa se le busque solución. Soy un hombre que busca que San Juan crezca, que al comercio le vaya bien.
-¿Qué le falta al comercio?
-Debe crecer, no puede ser el comercio en dos manzanas; tiene la misma estructura de comercialización que hace 30 años, hay que extenderlo porque de esa manera el comercio minorista tendrá mayor protagonismo. Debemos abrir San Juan. Tenemos una gran solución como el estacionamiento medido y los contenedores de basura, pero hay que ampliar el centro comercial, que la gente se acostumbre a caminar un poco más. Más locales y más comodidad para comprar. Sí veo bonito que las plazas tienen vida, hay muchos jóvenes y eso está bueno.
-¿Cómo está impactando al empresariado la devaluación y la inflación?
-La devaluación fue un paliativo para la industria de exportación pero no alcanza, porque cuando se produjo ya habían aumentado los precios. De todos modos, y a pesar de la distancia a puerto, podemos seguir. Muchos están desalentados no quieren seguir, porque no está bien el tipo de cambio a consecuencia de la inflación que afecta a los asalariados, a la clase media y a los industriales también, porque cuando tienen un grupo de empleados importante tienen que recurrir a los bancos para financiarse y hoy no se puede, con un interés de más del 40% y un descubierto del 70 u 80%, es muy complicado. Hoy día no hay precios relativos, cada uno pide lo que quiere. En los mercados del exterior tienen precio fijo las cosas, a lo sumo se ajustan un 1 por ciento anual, aquí estamos con 3 o 4 por ciento mensual, ¡es una locura!
-¿Hay despidos, quiebras o procedimientos de crisis?
-Las empresas están en una situación comprometida, pero despidos creo que no se han producido, y empresas en quiebra no conozco ninguna. Tenemos graves problemas los empresarios agroindustriales por la situación con las heladas y la cosecha tardía. Y no había precios y el Gobierno salió con un precio relativamente bueno, pero falta mucho. Gente para la cosecha, por ejemplo, no hay. No quieren abandonar los planes.
-¿Cómo va a seguir esto?
-Esto es una espiral que no va a terminar en otra cosa que sincerar la economía. En un ajuste. Yo ya viví esto en varias oportunidades. Todo puede corregirse, tal vez sea cuestión de corregir medidas y hablar sinceramente lo que pasa en el país. Haciendo eso y que el pueblo tome confianza, Argentina es un gran país y se recupera inmediatamente.
-¿Los argentinos han perdido la confianza a este gobierno?
-No sé, habría que preguntárselo a los políticos, yo no tengo ese barómetro. Sí puedo decir que los gobiernos marchan bien cuando la confianza es importante y hay reglas claras. Acá en San Juan debemos trazar qué provincia queremos en 20 años y trabajar todos los sectores. Todos los hijos hacen falta alrededor de la mesa.
-¿Cree en los programas de precios cuidados?
-Son muy difícil de vigilar. Tal vez se podrían tomar otras medidas más efectivas.
-¿Cuáles?
-Contener la inflación. La inflación no la genera el que trabaja en el campo o en la industria. La inflación la genera un excesivo gasto y surge el empeñarse. Si en mi casa gano 100 y gasto por 200, en un momento me van a sacar de la casa. Hay que achicar el gasto, y también buscar más fuentes de trabajo. Hoy en día existe mucha gente que no trabaja y vive, no sé como lo hace. Y hay otros que trabajan y no les alcanza para comer. Entonces algo está funcionando mal.
-Cuáles son sus objetivos al frente de la Federación?
-Trataré de ampliar ese panorama de gente que nos acompaña, sumar. Me he puesto como propósito tener un directorio formado por los principales industriales, comerciantes y productores de San Juan, de cada uno de los ramos. Quiero hacer una entidad fuerte, con los sectores más relevantes, eso será un desafío muy importante. Yo quiero que la Federación tenga mayor protagonismo, que recupere la relevancia que nunca debió perder.
-¿Cuál será su relación con el Gobierno provincial?
-Siempre he tenido muy buen diálogo. En diferentes oportunidades he expresado mi punto de vista, algunas veces me han escuchado. Pero no soy de imponer, sólo voy a transmitir el pensamiento de la institución.
