El próximo lunes, Marcelo Tinelli regresa a la pantalla de El Trece con ShowMatch, que incluye una nueva edición de Bailando por un sueño, que dará comienzo el martes. Y según contó ella misma, la elegida para romper el hielo será Eleonora Cassano (si bien se rumorea que podría ser el bicampeón Hernán Piquín). Junto a Nicolás Scillama representará el sueño sanjuanino: equipamiento para la Casa Sahni (Sociedad Amigos del Hospital de Niños), sueño que le fue asignado pero que abrazó al punto que planea venir a la inauguración de la casa.
El concurso abrirá con música disco, al que le seguirá otro a su medida, clásico. De este nuevo desafío habló con DIARIO DE CUYO la prestigiosa bailarina, que se define tranquila, con ganas de pasarla bien y apostando a ganar.
– El otro día la producción me mandó un mensajito breve, diciendo cuál era; así que comencé a informarme. Anoche (por el jueves) hablé un rato largo con una de las chicas de la Casa, me contó qué era, el objetivo, todo. Me comentaron que también están armando lugares para que se den talleres y se me ocurrió incluir algo que involucre la danza…
– Totalmente, es que dentro de mis posibilidades yo he realizado mucho trabajo solidario. Estoy feliz con lo que me tocó y estoy muy comprometida con el sueño de San Juan. De hecho la idea es ir a la inauguración de la casa.
– Bárbaro. Igual, un poquito de nervios hay, ¿eh? Es distinto, hay mucha expectativa de todo el mundo, pero estoy tranquila porque sale bien. El primer ritmo es disco, un tema de Gloria Estefan, muy bueno. La segunda ronda clásico y ahí sí elegí lo que quería, El Quijote…
– Sí, es nuevo para mí (risas). Le decía a Nico “¿sabés la cantidad de veces que bailé Quijote? Como 600′ Y se reía porque él no es bailarín clásico. Me decía “siento un poquito de presión’. Pero van a ver que va a hacer un muy buen papel. El primer día de ensayo probamos una levantada y salió espectacular, así que empezamos bárbaro. Y nos llevamos muy bien, también con el coach Ariel Pastocchi…
– Sí, pero hace falta el coach porque no manejo ritmos como disco o reggaetón. Lo que tiene de bueno es que él acepta mis opiniones, es un divino. Yo puedo aportar, pero las coreografías las pone él. Cuando me pongo a trabajar soy una más, si bien es cierto que aporto mucho con las levantadas, los saltos…
– Sí, claro, pero somos una pareja con un coreógrafo y yo voy a tratar de no disolver eso.
– Este año habrá varias figuras de la danza…
– Sí, la verdad es que este año creció mucho el Bailando, es una de las conversaciones que tuve con Marcelo, él quería darle excelencia. Hay de todo un poco, pero que el nivel creció, es seguro.
– Es inevitable y no está mal, porque es su base, pero que no sea sólo eso…
– Ya saben que bailo siempre con la cola tapada (risas)… Y lo demás me lo tendré que bancar. Si bailo un reggaetón y no muevo mucho la cola y critican, bueno, es hasta ahí adonde llego. El reggaetón es el que menos me gusta, la verdad; la lambada me encanta, este año no harán caño, están probando ritmos nuevos como la turbina (bailar sostenidos por una corriente de aire) que me fascina… Creo que se puede hacer todo sin ser chabacano.
– Justamente. ¿Y sabés por qué lado lo tomé también? Por el de llegar a lugares que nunca me vieron bailar…
– Tal cual, voy a seguir haciendo el trabajito que hicimos con Julio (Bocca) tantos años, de acercar la danza a la gente. Y qué mejor lugar que hacerlo por la tele y por Tinelli, que es tan visto. Yo tengo un determinado público, que tiene hábito o gusto por ir a un teatro; y sé que ahora se me va a incorporar otro público; y a su vez creo que le voy a llevar al programa un público que no tenía; así que me parece bárbaro; no sólo yo, Hernán, Ceci, Maxi…
– Es que la primera impresión puede ser de rechazo a lo desconocido, pero creo que no hay que darle mucha bola a eso…
– Todavía estoy muy ajena a lo que pueda pasar, pero creo que no porque tengo claro que esto es un show televisivo, no un concurso de baile real; tengo que saber que me estoy enfrentando a eso… Igual pienso que voy a ganar, ¿eh? (risas).
