Desde hace unas semanas, que los chicos que padecen cáncer y sus familias encontraron un espacio más humano donde buscar una salida a sus dolencias. La unidad de Oncología Pediátrica es la estrella de lo que va de la mudanza al nuevo Hospital Rawson. Funciona desde 2005 y empezó con 10 pacientes pero hoy pasan por ahí unos 200 para consultas ambulatorias y controles periódicos. Son pacientes oncológicos, con casos actualmente de chicos de entre 3 meses y 18 años de edad. Además, allí atienden todas las enfermedades de la sangre como púrpuras, aplacias, anemias y anticoagulados, por lo que mensualmente asisten unas 500 personas en total. Los oncológicos pasan mucho mejor su tratamiento, los ven en consultorios separados para que estén menos expuestos y mejores equipamientos. “Por ejemplo, no se mezclan los inmunodeprimidos con los que tienen infecciones, como pasaba antes”, contó la jefa de la unidad, Elizabeth Arrieta (foto), que comparte la tarea con 4 profesionales más.
