La Justicia argentina debe decidir esta semana si acepta la imputación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por presunto encubrimiento de terroristas solicitada por el fiscal que se hizo cargo de la denuncia presentada por su fallecido colega Alberto Nisman.

El juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa, tiene que resolver también si aprueba las 50 medidas de prueba requeridas por el fiscal Gerardo Pollicita, que incluyen allanamientos, exámenes de telecomunicaciones y declaraciones testimoniales.

El fiscal en lo correccional y criminal Gerardo Pollicita imputó a Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman, entre otros, por el supuesto encubrimiento de los sospechosos iraníes que habrían estado involucrados en el fatal atentado a la AMIA en 1994.

Pollicita retomó en su requerimiento la acusación del fallecido fiscal especial del caso AMIA, Alberto Nisman, quien, en resumen, denunciaba que el Gobierno argentino había negociado supuestamente con Irán desviar la investigación de los ciudadanos iraníes sospechados a cambio de negocios comerciales bilaterales.

La muerte de Nisman, en circunstancias aún sin aclarar, dejó en segundo plano durante un mes la demanda judicial contra Fernández de Kirchner, hasta que Pollicita volvió a situarla en el centro de la escena al acusar a la mandataria y varios colaboradores de “encubrimiento por favorecimiento personal agravado” y posible “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Pollicita descartó por el momento llamar a indagatoria a Fernández de Kirchner y al canciller, Héctor Timerman, tal y como había reclamado Nisman en la denuncia que presentó contra ella cuatro días antes de morir.

La imputación de la mandataria puede suponer un serio revés judicial para el Gobierno de Fernández de Kirchner, que tiene varias causas abiertas y mantiene un duro enfrentamiento con el Poder Judicial.

Tras confirmarse el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou, en un caso de presunta corrupción relacionado con una imprenta de papel moneda, Fernández de Kirchner dijo el sábado pasado que la reciente marcha del 18 de febrero en homenaje a Nisman fue el “bautismo de fuego del Partido Judicial”, considerando “inédita” a esa movilización convocada por “fiscales con el apoyo de no pocos jueces”. Fuente: Efe