El ciclista australiano Michael Rogers, del Tinkoff-Saxo, se impuso en solitario en la undécima etapa del Giro de Italia, disputada ayer entre las localidades de Collecchio y Savona sobre 249 kilómetros, mientras que su compatriota Cadel Evans (BMC) sigue con la “maglia rosa” tras otra jornada tranquila.
En una etapa “maratón” y con un puerto de segunda categoría, el Naso di Gatto, situado peligrosamente en el tramo final, los aspirantes apenas se movieron y Evans vivió un día sin problemas de cara a afrontar hoy la contrarreloj larga donde puede ampliar su renta de cara a los días decisivos de la ’corsa rosa’.
El ciclista de Canberra, que estuvo parado retornó a la actividad en la Lieja-Bastoña-Lieja y pudo entrar en la lista para competir en el Giro de Italia, donde pudo confirmar su “revancha” y alzarse con su primera victoria en una gran vuelta.
Un grupo de 14 fugados fue conectado por el pelotón faltando una decena de kilómetros y entonces aprovechó Michael Rogers para acelerar. El australiano dejó claras sus dotes de rodador en solitario y pronto abrió una brecha lo suficientemente grande para poder levantar los brazos en solitario en la meta, ante un pelotón que no se organizó lo suficiente para inquietarle.
