Hace unos días el actual ministro de Salud del gobierno de la provincia, Amilcar Dobladez, dijo que la Obra Social Provincia (OSP) tenía un déficit de 1.500 millones de pesos que arrastraba de la gestión anterior, lo que hizo que el exgobernador Sergio Uñac saliera al cruce de esas afirmaciones diciendo que todo es falso y que la actual administración debería ocuparse o darle prioridad a la política sanitaria donde se observa que no hay nada concreto. El Gobierno salió a apoyar a Dobladez diciendo que todo lo que ha expresado el ministro está avalado por la documentación correspondiente.
Sin duda se trata de una discusión política que no debería haber llegado a esos niveles, especialmente si tenemos en cuenta que existe documentación referida a esta situación entregada y recibida al momento del traspaso de gobierno y que no hay más trámite que corroborar la situación financiera de la entidad como punto de partida de una acción que sólo debe tener como objetivo seguir prestando el servicio de cobertura de salud que le es propio.
Dobladez no ha hecho más que plantear la real situación en que ha recibido la OSP y la labor que está cumpliendo para tratar de normalizarla dentro de lo cual están los acuerdos a los que está llegando con los prestadores, la situación de los auditores, que a criterio de la nueva administración no estaban cumpliendo con sus funciones como corresponde, y con la causa Garder en la que se investiga una estafa millonaria en perjuicio de la OSP.
Bajo este concepto, en ningún momento Uñac debió referirse a que la actual administración debe abocarse más a la política sanitaria, un aspecto que es obvio que sucederá y que no está dentro de sus atribuciones estar indicándolo.
Es un hecho que las actuales autoridades están tratando de hacer que la Obra Social Provincia pueda seguir prestando correctamente un servicio que es básico para todos los afiliados.
De nada sirve, en estos momento, planteos demagógicos por parte de las autoridades salientes. Si el déficit está, habrá que asumirlo y no tratar, mediante argumentos innecesarios, tratar de encubrirlo tan sólo para decir que durante la gestión anterior el organismo no tuvo mayores problemas.
La confrontación entre las autoridades entrantes y salientes no ayuda a que la obra social funcione mejor. Por el contrario, lo único que consigue es hacer más engorrosa la situación haciendo que no se focalice en lo que es realmente importante, que la entidad cumpla con el objetivo para el que ha sido creada, que es ofrecer un servicio de cobertura de salud para todos los empleados públicos de la provincia.
Por ahora, lo único que les interesa a los afiliados es que la obra social funcione bien.
