Buenos Aires, 10 de abril.- El presidente boliviano, Evo Morales, cumplió hoy el primer día de una huelga de hambre para presionar a sus opositores políticos a desbloquear la aprobación de un código electoral transitorio, clave para las elecciones generales de diciembre.
"Esta huelga de hambre no se suspende, y que los opositores no se equivoquen en aventuras", dijo Morales a un grupo de periodistas que visitó el Salón Rojo del Palacio Quemado de La Paz, donde durmió esta noche en su primera jornada de huelga, informaron las agencias Ansa y DPA.
Morales, acompañado de al menos 20 dirigentes de organizaciones sindicales, campesinas y regionales, calificó "insensibles" a los grupos de oposición que "no entienden el pedido clamoroso del pueblo".
El mandatario acusó a la oposición de abandonar el Congreso ayer "haciendo escándalo", cuando ya se habían consensuado en una comisión 27 artículos de la ley que regulará la elección general que la Constitución fijó para diciembre.
En diálogo con la prensa, Morales recordó que la última vez que participó en una huelga de hambre fue en 1998 en defensa de la hoja de coca: "Duré 18 días en el local de la Central Obrera Boliviana, y salí medio amarillo", rememoró.
El presidente destacó la participación de sus hermanos, Hugo y Esther, quienes iniciaron ayer también una huelga de hambre en la ciudad boliviana de Oruro, en respaldo al presidente.
Sin embargo, Morales anticipó a los periodistas que pedirá al millar de personas que instalaron varios piquetes de huelga de hambre en otras ciudades de Bolivia que suspendan la protesta mientras dure la celebración de Semana Santa.
La aprobación del nuevo código electoral transitorio es incierta porque los opositores abandonaron anoche la sede del Congreso Nacional, y condicionaron su retorno a que desaparezcan las medidas de presión de los leales al presidente Morales.
"Aún no existen condiciones para reiniciar una negociación política", dijo Oscar Ortiz, presidente del Senado Nacional, desde la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
El Congreso Nacional se paralizó después de 26 horas de debate en la etapa en general para la aprobación del nuevo código electoral, en una sesión donde hubo intercambio de insultos e incluso golpes.
Los parlamentarios de la oposición optaron por abandonar el Congreso para impedir la aprobación del código electoral, lo que regeneró la tensión en Bolivia.
La aprobación del código electoral es clave para las elecciones generales en Bolivia el 6 de diciembre, en las cuales se debe designar al futuro presidente, vicepresidente y miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
