(Franz Von Suppè, Caballería ligera. Johannes Brahms, Obertura Académica op. 80. Felix Mendelsshon, Sinfonía No.1 op. 11. Orquesta Sinfónica UNSJ. Director: Emmanuel Siffert)

El Imperio Austrohúngaro fue durante un cierto tiempo una amalgama de varias nacionalidades e idiomas por las que Occidente accedía al Este y viceversa. Es así que un Francesco Ezechiele Ermenegildo Cavaliere Suppè Demelli, un dálmata (Croata) nacido en Split en 1819 estudiante en Dalmacia, Cremona, Padua (allí estudió Derecho) una vez invitado a Viena se dedicó totalmente a la música. Viena era "la" Capital no sólo de los austríacos sino así sentida por los húngaros, checos, eslovacos, eslovenos y croatas que eran bilingües!! Francesco se sentía en su casa y germanizó su nombre cambiando el "Cavaliere" por el "Von" alemán. Y así quedó Franz Von Suppè. Una de sus marchas, Das ist mein Ósterreich (Esta es mi Austria) es considerado como el segundo himno Nacional. Suppè fue prolífico y su música es siempre pegadiza, pero sus obras no son todas interpretadas a menudo, salvo dos que nunca faltan: Poeta y Aldeano y lo que escuchamos el viernes, un excelente inicio para iniciados: ¿quién no ha escuchado la Obertura de la Cavallería ligera?

Son fundamentales los bronces y la percusión pero esa combinación y cambio de ritmo confirman que las cuerdas siguen siendo la columna vertebral de la Orquesta y los vientos madera el complemento sutil y delicado, en este caso asumido por el clarinete. ¡¡Excelente inicio para despertar la temporada!!

Johannes Brahms no pertenecía al imperio Austro-Húngaro (nació en Hamburgo) pero también para él su capital musical fue Viena!!. Brahms fue un fantástico orquestador pro también escribió mucha música coral y vocal incluyendo numerosos cantos folklóricos. Pero después de la gracia de Von Suppè se nos ofreció a un Brahms divertido (a pesar que nunca puede desprenderse del todo de cierta solemnidad "clasicista"). Durante los años ’70 varios honores le fueron tributados, incluyendo una medalla de la "Royal Philarmonic Society" y se lo invitó a que visitara Cambridge para recibir un Doctorado en Música, pero él se negó, se dice que por temor a cruzar el canal de la Mancha (Mozart o Haydn o Mendelssohn no se hicieron mayor problema al respecto). Fue la universidad alemana de Breslau la que le entregó su Doctorado, pero en Filosofía. Por ello en 1879 le dedicó su Obertura para un Festival Académico que tiene mucho más de Festival que de Académico. Brahms utiliza algunas canciones "estudiantiles" universitarias. Por supuesto que en la obra no son cantadas pero alude a ellas porque eran muy conocidas en el mundo universitario germano. Se inicia con Wir hatten gebauet ein Stattliches Haus (Habíamos edificado una casa Estatal). Es proclamada en tono de marcha por trompetas y trombones (y cornos) con un aire de himno. De hecho -aunque varíen algunas versiones con el tiempo y según la Universidad-, la versión original de Von Binzer (1793-1868) concluía: .."das Haus mag zerfallen… der Geist lebt in uns allen … und unsre Burg ist Gott!"(La casa puede arruinarse…el Espíritu vive en todos nosotros….y nuestra Fortaleza es Dios!). Siguen las cuerdas con Der LandesVater (El Padre de nuestro país). Parece que en los siglos XVII y XVIII era usual entre los estudiantes atravesar sus sombreros para mostrar así su amor por una chica y eso más tarde evolucionó para simbolizar la amistad estudiantil que comenzaba por ejemplo… a tutearse. Luego, las Órdenes Académicas usaron ese rito para expresar su lealtad para con su Príncipe regional o el Emperador. Luego los fagotes nos introducen en Was kommt dort von der Höh? (¿Qué viene de lejos?), canción que se asociaba con la iniciación de los aprendices o noveles estudiantes.

Brahms utiliza una gran orquesta para estas "canciones estudiantiles" y él mismo, refiriéndose a esta obertura dice que esta pieza es un "potpourrí" de canciones estudiantiles "a la Suppè". Brahms tenía 14 años menos que Francesco Ermenegildo y en esta obra señala -creo- su simpatía por su croata antecesor. Pero si quedara alguna duda, aconsejo escuchar la obertura de la opereta de Von Suppè: Die flotten Burschen (Los muchachos de la Flota) de 1863. La obra, chispeante como todo lo de Suppè termina con… Gaudeamus Igitur (Regocijémonos entonces). ¡Qué bueno hacer un brindis entrechocando las jarras de cerveza y escuchando a un compositor (Brahms) que nos dice que conoce y estima a su predecesor (Suppè) y "brinda junto con él…y nosotros".

Para el final, retrocedemos unos años, ya que Mendelssohn había nacido en 1809. De formación exquisita (lo que se hereda no se hurta), recibió una formación literaria, filosófica, artística (pintaba muy bien) y musical fuera de lo común. Imaginemos que como adolescente había compuesto 12 sinfonías para cuerdas. De manera que la Sinfonía Nº 1 en Do menor puede también ser considerada su sinfonía Nº 13. Pero es su primera sinfonía para orquesta completa. Al completarla tenía solamente 15 años y un mes. La estrenó en Leipzig pero luego preparó varios viajes europeos. Más tarde visitó Inglaterra (no tenía los temores Brahmsianos por cruzar el mar) y compuso su sinfonía Escocesa o La gruta de Fingal, pero antes de ello y ya con 20 años dirigió él mismo esta su 1ra. sinfonía en Londres. Los ingleses recibieron siempre muy bien a sus visitantes alemanes, a Haydn le aceptaron sus 12 sinfonías "de Londres", a Beethoven lo idolatraron y a Haendel lo hicieron directamente británico. A Mendelssohn lo supieron apreciar como se merecía. Esta joven sinfonía tiene 4 movimientos, transmite un espíritu mozartiano pero con influencias schubertianas y hasta weberianas. ¿Cómo no acusar influencias cuando se tienen 15 años? Pero aunque muestre inevitables influencias de predecesores, el último Movimiento Allegro con fuoco, interrumpe mágicamente el tono fuerte y acompañado de timbales con una suave introducción del clarinete que invita a las cuerdas a un delicadísimo pizzicato (cuerdas "pellizcadas") que permite al final reingresar al clarinete para tocar juntos…y luego el resto de la orquesta se agrega en un crescendo y vuelven los timbales. Esto ya no es Mozart, ni siquiera el impetuoso Beethoven; es un "joven" ¡¡Mendelssohn!!