Incorregible: dicho de una persona que por su dureza o terquedad no quiere enmendarse. El vocablo y su definición, parecen la síntesis más acertada al comportamiento del exjuez federal Luis Armando Balaguer (61). Registra varios escándalos, denuncias e incluso dos condenas, una de 6 años de cárcel por cohecho (coima) en Buenos Aires y otra de 1 año por fraude en Salta. Pero la prisión y las sanciones no le importan a este hombre que alguna vez fue asesor del Banco Nación y también defensor oficial. El año pasado cayó preso en San Juan por hurtarle tres portaretratos valuados en $5.000 a un comerciante, pero devolvió esos objetos y la víctima lo perdonó, un juez aplicó un artículo legal que permite el sobreseimiento.

Y mientras el caso se define en un tribunal superior porque la fiscalía apeló, Balaguer volvió a quedar en el centro de las sospechas por estafar a una contadora recién recibida en 500 pesos.

De hecho, el fiscal Fabrizio Médici ya le pidió al juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo, que investigue todo lo relacionado a la denuncia de esa joven, identificada como María Soledad Zeballos, dijeron fuentes judiciales.

El caso tiene ribetes increíbles. Zeballos conoció a Balaguer a través de una mujer que trabaja en un comercio, quien le pasó al exjuez el teléfono de la profesional a sabiendas de que buscaba trabajo.

Según la denuncia, el 4 de julio pasado la llamó diciéndole que podría darle trabajo y para eso la citó en una estación de servicio en Capital. Ahí se presentó como abogado, le dijo que había sido juez y que ella podía ser su secretaria porque iba a ser nombrado en la Justicia federal. Después le pidió plata para el remís con la excusa de que tenía 100 dólares.

La joven le pasó $100 y al ver que tenía más, le pidió todo (en total $500) con el pretexto de que el banco ya estaba cerrado.

Prometió devolverle el dinero al día siguiente, cuando se juntaran frente a la casa matriz del Banco San Juan, ente al que la llevó para hablar con un gerente, pues le dijo que iba a empezar a trabajar allí. Y no le volvió la plata, incluso le pidió más y le quitó la boleta de la luz impaga que tenía y se negó a devolvérsela. Fue el temor que le generó esta situación lo que la llevó a denunciar, más aún al conocer quién es Balaguer.