Hacer una expedición desde San Juan al cerro Aconcagua, en Mendoza, no es para improvisados. Se trata de un desafío sólo para aquellos dispuestos a tener una experiencia inigualable en deporte aventura. Hay guías profesionales que están al frente de distintos grupos. Para concretarlo se requiere de una preparación previa exigente en lo físico, en la disciplina individual y colectiva, para que al final de la travesía por los campos sanjuaninos sea todo un éxito, cuenta el guía Luis Tanoni.
El profesional explica que organizar una expedición al Aconcagua desde San Juan se planifica de una manera minuciosa. Quienes la suelen realizar con fines deportivos como turístico, deben tener un estado físico aceptable. Si bien no es necesario una aclimatación previa, sí es importante que la persona que quiera hacer esta expedición haya tenido algún tipo de exposición a la altura desde el punto de vista fisiológico. Esto es importante porque las expediciones amparan días de aclimatación o caminatas previas al ascenso en sí.
Para concretar esta travesía hay dos rutas accesibles por las que se puede llegar. La primera es la denominada Plaza de Mulas y la ruta convencional que es por el Valle de Horcones. Este sitio es el que usa el campamento base de Plaza de Mula, donde hay hotel y un staff permanente de unas 300 personas. Si se considera la alternancia de expediciones hay una cantidad aproximada de 2.000 habitantes en el lugar durante la temporada alta, que es de diciembre a marzo.
Tan popular es esa zona que en los últimos años se buscó una alternativa como la ruta de Falsos Polacos, que entra por la vertiente del valle del río Vacas y utiliza como campamento base a Plaza Argentina. La desventaja de esta ruta es que son 3 días de aproximación desde la ruta internacional, en vez de dos días como la de Plaza de Mulas.
La ruta sanjuanina entra por el río Los Patos, río los Indios y Las Iglesias. Cae a las nacientes del río Vacas, que los mendocinos le llaman Plaza Guanacos.
A nivel logística la conformación del grupo es relativo. En lo deportivo depende de la afinidad de las personas o si es una expedición institucional etc, puede estar comprendido de unos 15 miembros. Mientras que si la intención es turística, las empresas generalmente mantienen una relación de un guía cada 3 turistas. A medida que ese número aumenta se suman nuevos guías y asistentes.
Para hacer las rutas desde San Juan se parte desde Las Hornillas. Es importante tener la autorización de Parque Provincial Aconcagua, que es un trámite personal en Mendoza.
La partida caminando se produce de 3 a 5 días de aproximación. Se caminan entre 6 y 8 horas diarias. La distancia es de unos 15 a 20 kilómetros por día. Esta aproximación sirve para hacer una aclimatación progresiva. El total es de unos 50 kilómetros hasta llegar a destino.
Desde el lado sanjuanino es todo una aventura, se transitan lugares inhóspitos de la cordillera, el paisaje es majestuoso. Además de tener un alto valor histórico, arqueológico y que realmente no se conocen al mantenerse sus paisajes vírgenes . Se trata del Sudoeste de la provincia.
Se llevan mulas para cargar la comida, abrigo y el equipo necesario para el ascenso. Una vez en las laderas de las montañas, se necesitan instalar campamentos de alturas, donde no se van con las mulas.
La ruta sanjuanina es utilizada cada dos años aproximadamente ya que son muy pocos quienes la recorren debido a la falta de promoción, según los expertos.
Es importante que los expedicionarios se conozcan y que persista la motivación grupal y de buen humor debido a que la expedición es de varios días por sitios inhóspitos.
Dependiendo de la ruta elegida se puede tener más o mejores comodidades. La ruta sanjuanina deriva en Plaza Guanacos cuya ruta a la cumbre está condicionada a que la gente de Áreas Protegida de Mendoza permita utilizarla.
La llegada a la base del cerro es la primera parte de la ruta. Aquí se planifica el ascenso, con campamentos de altura, que dependerá del estado físico y condiciones relativas a la aclimatación del grupo en general, equipos, etc. Toda una aventura para llegar al techo de América: el Aconcagua.
