La Cámara Penal le concedió ayer la eximición de prisión a Horacio Alday, uno de los abogados involucrados en la causa por presunta estafa contra dueños de terrenos que fueron expropiados por el Estado. El profesional está fuera del país desde hace casi dos meses por temor a ser detenido, pero con la resolución de segunda instancia se garantiza no ir preso y se espera que en los próximos días regrese para comparecer ante la Justicia. Su situación se contrapone a la del otro implicado, Santiago Graffigna, a quien le negaron la excarcelación y sigue alojado en el Penal de Chimbas.

“Ahora se va a presentar”, aseguró el abogado de Alday, Fernando Echegaray, apenas se enteró del fallo de la Sala I de la Cámara Penal. El sospechoso había sido mandado a detener junto a Graffigna en abril, la Policía no lo encontró y en lugar de comparecer voluntariamente, pidió ser eximido de ir a prisión. Como la jueza del caso, María Inés Rosellot, rechazó el planteo, apeló y eligió quedarse fuera del país hasta conseguir el beneficio que le asegurara no quedar tras las rejas.

Al obtener la eximición de prisión, Alday ya no tiene motivos para no presentarse ante la jueza. Esto, porque no irá preso. Según su abogado, el profesional permanece en el exterior y a mediados de la semana que viene estará volviendo para ir a la audiencia de indagatoria que le fije la magistrada.

La causa que involucra a Alday y Graffigna se desprende de una anterior conocida como el escándalo de la expropiaciones. Es la que se disparó por una denuncia de la gestión giojista, que presume que en los juicios de expropiaciones actúa una red de abogados, profesionales y jueces que por acción u omisión ayudaron a que el Estado pague montos millonarios por terrenos que valen mucho menos dinero. Y los dos profesionales aparecen entre los que están en la mira.

En ese proceso, la jueza llamó a declarar a familiares de los ex propietarios y entre otras cosas, dijeron que los abogados que los representaban, Graffigna y Alday, le rindieron mucha menos plata de la que pagó el Estado por los terrenos. Además, según dijeron en su momento fuentes judiciales, aseguraron que el primero los visitó para intentar que cambiaran los términos de los que iban a decir frente a la jueza.

A pesar de que los dos abogados están sospechados del mismo delito y el mismo hecho, hoy por hoy corren suertes distintas. A Graffigna, Rosellot le rechazó la eximición de prisión y la excarcelación por entender que en libertad podría volver a interferir con los testigos y en consecuencia, obstaculizar la investigación. Rosellot consideró lo mismo en el caso de Alday, pero la Cámara interpreta que no hay elementos para suponer que podría poner palos en la rueda en la causa y por eso, decidió darle la excarcelación.

Según Echegaray, “con la resolución de la Cámara queda demostrado que la negativa de la jueza era arbitraria, que no tenía argumentos para negarle la libertad a mi cliente”. Por otra parte, insistió en que Alday no tiene nada que ver con la estafa que se investiga, porque “nunca recibió pagos del Estado” en representación de los supuestos afectados.

Una vez que sea notificada del fallo de segunda instancia, la jueza tiene que hacer cesar el pedido de captura que aún pesa sobre Alday y después debe llamarlo a indagatoria.