El comentario que reinaba entre los soldados del RIM 22, en 1977, era que “los oficiales militares habían abusado sexualmente de una joven detenida. Una chica preciosa”. Eso es lo que declaró ayer Octavio Tristán Echegaray en una nueva audiencia del megajuicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en San Juan. El testigo dijo que hizo el servicio militar obligatorio entre enero de 1977 y abril de 1978 y que luego de varios años, tras leer las investigaciones periodísticas, relacionó ese comentario con la desaparición de la ciudadana argentino-francesa Marie Anne Erize. La joven montonera fue secuestrada, detenida, torturada y sometida a cruentos vejámenes sexuales. Y los involucrados en ese último delito, de acuerdo a la acusación, son los exmilitares Jorge Olivera (señalado como el jefe de la represión) y Alejandro Lazo, resaltó la abogada querellante María Julia Camus.

Los abusos sexuales y las violaciones formaron parte del repertorio de tormentos que llevaron a la práctica los represores contra las mujeres detenidas. Según Camus, durante la etapa de investigación y en las audiencias del megajuicio, 5 víctimas denunciaron haber sufrido ataques sexuales, aunque no pudieron señalar a ninguno de los sospechosos juzgados (los exmilitares Olivera, Lazo, Osvaldo Martel, Daniel Gómez, Horacio Julio Nieto y Gustavo De Marchi) debido a que durante los “interrogatorios” se encontraban encapuchadas o con los ojos vendados. En cuanto a los 2 primeros, además de estar en la mira por los ultrajes a Erize, también fueron denunciados por 2 mujeres por ese tipo de delitos.

La práctica de esos vejámenes salió nuevamente al tapete por la declaración de alguien que estuvo dentro del RIM 22. El testigo Echegaray, quien hizo el servicio militar obligatorio, escuchó el comentario entre los soldados que decían que los oficiales “abusaban sexualmente de una detenida, una chica preciosa”. Echegaray vinculó, tiempo después, a esa víctima con la joven francoargentina por las publicaciones periodísticas que resaltaban la belleza de Erize, quien fue modelo y participó de publicidades y fue tapa de revistas de la época, antes de ingresar a la agrupación Montoneros para dedicarse a la militancia social. El declarante remarcó en todo momento que se trataba de un comentario y que no tuvo conocimiento de que se llevaran a cabo tormentos ni operativos de detenciones ilegales de personas. La joven fue secuestrada el 15 de octubre de 1976 por un grupo de tareas en la esquina de la bicicletería Palacios, de Abraham Tapia y General Acha, en Trinidad. De acuerdo a los testimonios de otras víctimas, Marie Anne fue torturada y sometida a distintos ultrajes.

El testigo además señaló que participó de un procedimiento de traslado de presos desde el Penal de Chimbas hacia el aeropuerto Las Chacritas y relató la golpiza que recibieron. Echegaray manifestó que cuando entregaron los detenidos a los uniformados que venían en el avión “vi que les dieron una pateadura impresionante a todos y que les pegaban con las culatas de las armas. Era desgarrador”. Además aseguró que en el grupo había mujeres y destacó que “no es sencillo ver que le peguen a una dama”. Por otro lado, dijo que durante el traslado de presos, a él le tocó custodiar una chica que lo reconoció y que le dijo: “Avisá en mi casa”. Esa joven sería Margarita Camus, actual jueza de Ejecución Penal y querellante en el megajuicio.