Un equipo de neurocirujanos argentinos, encabezado por Roberto Herrera, desarrolló una técnica con imágenes intraoperatorias y logró probar, después de más de 250 operaciones, que los tumores cerebrales pueden extirparse por completo.
La investigación, desarrollada durante 12 años por neurocirujanos de Buenos Aires y Rosario, demostró además que -con esta técnica- los pacientes con gliomas, los tumores cerebrales más agresivos, triplicaron sus posibilidades de vida.
‘Se trata de una técnica quirúrgica en la que trabajamos con resonador magnético intraoperatorio, que nos proporciona imágenes en cuatro dimensiones, en tiempo real‘, explicó Herrera a Télam.
El científico dijo que ese mecanismo ‘permite identificar el límite exacto entre el tumor y el tejido sano, y ése es el secreto del avance científico que nos aleja de las cirugías convencionales‘.
‘Con esta técnica quirúrgica se logra erradicar gliomas primarios, sin dejar secuelas‘, aseguró.
Precisó que, ‘en el caso de gliomas de alto grado de malignidad, severos, la técnica ha permitido triplicar la vida de los pacientes, que han podido alcanzar una vida prácticamente normal‘.
Para el experto, egresado de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, el método permite al neurocirujano ‘realizar la resección (corte) en el lugar preciso del cerebro donde está alojado el tumor‘.
‘Permite, antes de cerrar el cráneo, verificar a simple vista en las imágenes si quedaron restos tumorales o si la extirpación fue total‘, destacó.
‘En cambio -comparó- en las operaciones convencionales, aún en las practicadas con instrumentos de neuronavegación, las imágenes son tomadas antes y después de la operación. En algunos casos el tumor no fue extirpado completamente, y ese paciente generalmente es operado nuevamente o queda con secuelas neurológicas‘. Con la técnica que hoy desarrolla junto a un equipo de 14 profesionales, Herrera operó por primera vez en 2004, en la bonaerense Pergamino, su ciudad natal.
Ahora lo hace en su condición de jefe del Servicio de Neurocirugía de la porteña Clínica Adventista Belgrano, único lugar del país donde se practican estas operaciones.
Para el científico, ex presidente del Colegio de Neurocirujanos de la Provincia de Buenos Aires, el método debe estar al alcance de cualquier paciente y de los neurocirujanos en general.
‘En esta etapa, junto a mi equipo, nos hemos propuesto divulgar los resultados, especialmente entre los pacientes, quienes deben saber, antes de someterse por primera vez a una operación de esta naturaleza, que la ciencia ha incorporado nuevos métodos que pueden ayudarlo a mejorar su calidad de vida‘, dijo.
En esa línea consideró que igual responsabilidad ética deben ejercerla otros neurocirujanos e informar a los pacientes, para que éstos decidan dónde y bajo qué métodos operarse.
‘Nosotros aspiramos a que cada provincia cuente con un quirófano equipado acorde a los tiempos‘, dijo Herrera.
El científico sostuvo que ‘la neurocirugía debe dejar de ser de lujo destinado sólo para pocos’.
