El joven sanjuanino Ezequiel Fernández (15-0-0, 3 ko) se coronó antenoche campeón mundial juvenil superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al imponerse por puntos en fallo unánime al zurdo noqueador colombiano Onalvi Sierra (25-7-1, 22 Ko), en la pelea estelar de la reunión realizada en el estadio Aldo Cantoni, a la que asistieron, 4.000 espectadores.
Apoyado en su mayor capacidad técnica y desarrollando de manera magistral un libreto muy bien estudiado, el púgil forjado en el club Julio Mocoroa, aventó los fantasmas que sobrevolaban sobre la cabeza de muchos de sus allegados, sobre la superioridad del adversario, quien lo duplicaba en peleas y contaba en su palmares con un noventa por ciento de sus triunfos por la vía rápida.
La mayor velocidad de desplazamientos, el correcto manejo de la mano izquierda como apertura y el anticipo preciso y efectivo de la derecha larga y recta marcaron la historia de una pelea que el más inexperto controló durante todo su desarrollo.
El manual dice que los zurdos suelen “comerse” la derecha recta y en esta ocasión ante un adversario muy fuerte y peligroso, pero carente de variantes, Fernández sacó provecho de esa mano que martirizó, primero como remate, luego de un par de “toqueteos” con la izquierda y luego, al avanzar el combate, usándola para abrir el fuego. “sabía que no tenía que prenderme, que no debía quedarme quieto porque realmente pegaba fuerte, me dio un par golpes en el hombro y sentí su mano”, confió el pibe cuya carrera la lleva adelante el promotor Mario Arano.
Sierra se pasó toda la pelea tratando de meter un golpe, su avance frontal y previsible era bien controlado por Fernández, cuando no podía conectarlo, rápidamente se pegaba a su cuerpo para quitarle espacio de descarga.
En un par de asaltos Fernández se tomó un respiro y en esas vueltas el colombiano, nada más que por intención ofensiva tuvo un pasaje favorable. En el noveno, con un swing cortito, Fernández envió a la lona a su rival, quien sufrió, además un punto de descuento.
El último round fue un concierto del nuevo campeón. Bailoteo y golpeó desde todos los ángulos a un adversario que estaba más destruido anímica que físicamente.
