Transcurrieron casi seis meses de aquel 13 de julio y al recordar la fecha, inevitablemente las emociones vuelven a agitarse… y a enfrentarse. La Selección argentina de fútbol logró llegar a la final del Mundial que se disputó en Brasil aunque no pudo superar el último obstáculo y perdió con Alemania 1-0, por lo que una excelente campaña no consiguió la tan ansiada coronación.
San Juan quedó totalmente atrapado en la epidemia mundialista y durante ese mes que empezó el 12 de junio la provincia se paralizó cada vez que la Albiceleste pisaba el verde césped. Además un grupo selecto se dio un gusto mayor. Estar directamente en la tribuna disfrutando de 90 inolvidables minutos o aunque sea alentando desde las calles de alguna ciudad brasileña. Desde los que contrataron un combo en una agencia de viajes, a los que hicieron dedo.
En lo deportivo, el plantel dirigido por Alejandro Sabella logró superar la barrera de los Cuartos de final, situación que no sucedía desde Italia 1990, por lo que habían pasado cinco ediciones donde se armaban antes las valijas. Y este equipo logró igualar la posición de 24 años atrás cuando cayó ante el mismo rival en la final y con idéntico resultado. Pero fueron en las diferencias donde se construyeron los debates. En aquella ocasión el equipo liderado por Diego Maradona se quedó con las ganas de repetir el éxtasis que vivió el plantel de 1986. Y ahora fue Lionel Messi el líder, quien con edad del Maradona campeón en México, quien cerraba con una frustración esta campaña.
El rosarino brilló especialmente en la primera ronda, convirtiendo goles a los tres rivales: Bosnia, Nigeria (2) e Irán. En las fases siguientes, los sistemas para anularlo fueron surtiendo sus efectos, aunque se encargaron de aparecer otros futbolistas. Di María marcó ante Suiza en Octavos. Higuaín, contra Bélgica en Cuartos. Romero atajó en la definición por penales ante Holanda en Semifinales y cuando faltaba el último piso, la torre de sueños no se hizo realidad en la finalísima. Hoy, todavía se discute si el vaso está medio lleno o medio vacío.
