En la Universidad de Sevilla, España, una investigación ha determinado que las relaciones paterno-filiales inciden decididamente en el consumo de drogas de los hijos. Se llegó a esta conclusión en el marco de una investigación un poco más amplia, vinculada al proceso de transición de los jóvenes a la vida adulta, realizada por un grupo de profesores de esa casa de estudios.
Fue en la parte vinculada a analizar las relaciones de padres e hijos que el estudio arrojó como resultado que los jóvenes que viven en un núcleo familiar bien cohesionado o que, por otro lado, tienen una madre más afectuosa, tienen una mayor posibilidad de evitar el consumo de drogas, incluyendo el alcohol y el tabaco. Al haber establecido este fenómeno se ha posibilitado conocer las auténticas causas que llevan a que los jóvenes se inclinen al consumo de drogas, y por lo tanto se abre la posibilidad de atacar el problema desde su origen y no desde las consecuencias.
Con esta información varias sociedades, incluyendo la nuestra, tendrán la oportunidad de mejorar las condiciones vinculadas a las adicciones por parte de sus jóvenes, intentando una reducción del consumo de drogas en relación a los niveles actuales.
En el estudio de la transición de los jóvenes a la vida adulta, se analizan las principales características de este fenómeno en que se van adquiriendo responsabilidades y tomando decisiones que condicionan en gran medida el futuro. Los expertos que han intervenido en la investigación señalan que el ser adulto no es sólo una cuestión de edad, sino que está ligado al contexto socioeconómico y cultural de cada país.
Por ejemplo, en España y otros países hispanoparlantes, para que los jóvenes tengan un buen desarrollo social no necesitan distanciarse emocionalmente de sus padres y madres, de ahí la importancia de que esas relaciones sean afectivas y positivas, para evitar la frustración de los actores. Sin embargo, en otros países como los Estados Unidos, o de raíz anglosajona, la autonomía es más necesaria por lo que no influye en gran medida que los jóvenes sigan viviendo o dependiendo de sus padres.
En el caso de países como Argentina, donde la composición familiar todavía es importante y tradicional, el haber determinado las causas que originan las adicciones nos están dando las herramientas básicas para combatir este flagelo. Si las empleamos correctamente, haremos que nuestra sociedad funcione un poco mejor, especialmente en lo referido a la seguridad.
