San Juan, 18 de agosto.- A pesar de la larga espera al Sol, ninguno se quejó. Entusiasmados con la posibilidad de ver a los jugadores de Boca, los niños que fueron con sus familias al aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento esperaron con paciencia. Aunque sólo pudieron observar a los futbolistas desde lejos cuando subieron al micro que los trasladó hasta el hotel, sus gritos y aplausos se hicieron sentir.
El seguidor
Con sólo 5 años, Nicolás Morales sigue a Boca y ve sus partidos cada vez que puede. El niño, que es hijo del presidente de la Agrupación San Juan Azul y Oro, Oscar Morales, ya conoce la Bombonera e incluso viajó a Venezuela y Brasil para ver a su equipo.
“Para ir al jardín no se quiere levantar. Pero hoy, cuando le dije dale que nos vamos al aeropuerto se bajó de la cama de un salto y se puso la camiseta”, contó el padre de Nicolás, quien dijo que “lo que más quiero es ver a Tevez”.
Ahora, el niño espera con ansias estar mañana en el Bicentenario alentando.
De la escuela al aeropuerto
Cuando Jeremías y Santiago Torres salieron de la escuela de Caucete hoy, sus papás los estaban esperando en la puerta. Allí recibieron la noticia de que se iban al aeropuerto para ver a los jugadores.
“Ni siquiera pudimos traer nuestras camisetas, estamos con el uniforme. Pero no importa, los queremos saludar”, contó Santiago entusiasmado.
Mientras tanto, su papá les prometió que, aunque no podrán ir al partido de mañana por la Copa Argentino porque él debe viajar, los llevaría esta tarde para ver si pueden ingresar al Estadio del Bicentenario durante el entrenamiento del equipo.
Por casualidad
Si bien viven en Salta, su papá es sanjuanino y justo están en la provincia de vacaciones. Eso, les permitirá ir a la cancha. Y, para no perder oportunidad de estar cerca de los jugadores de Boca, también decidieron ir al aeropuerto.
Se trata de Claudio y Santiago Cantos, de 4 y 7 años, quienes lucieron con entusiasmo su camiseta azul y amarilla.
“Yo soy Gendarme, por eso andamos de provincia en provincia. Justo vinimos a visitar a la familia y aprovechamos la oportunidad de seguir a los jugadores, somos fanáticos de Boca”, contó Guillermo, el padre de los chicos.
Por primera vez
Maite Riveros estaba tranquila en los brazos de su papá. Con sólo 5 meses de edad llegó al aeropuerto de 9 de Julio junto a él, su tío y su primo, Leo Acuña de 5 años, para ver a los jugadores.
La familia, de Chimbas, analizaba la posibilidad de ir a la cancha mientras el avión que traía a los jugadores Xeneize tocaba suelo sanjuanino.
“Seguro que vamos a la cancha. Yo quiero ver jugar a Tevez”, comentó con determinación Leo.
