Concurrió a la entrega de notebooks con su chofer particular: su mamá. Ella se encarga de llevarla a clase todos los días, pese a que hay días que le duele mucho el cuerpo. Nació con un problema congénito de columna que le dificulta caminar. Tiene 20 años y cursa Licenciatura Ciencias Políticas porque considera que para cambiar o mejorar el futuro hay que involucrarse. ‘Si te pasás todo el tiempo quejándote del destino que te tocó se te va la vida. Hay que salir adelante y pelearla. Por eso no dudé en seguir una carrera universitaria, gracias a la oportunidad que me dio la UNSJ. Además, tengo que reconocer la solidaridad de mis compañeros. Los días que llueve y el piso del patio está mojado, se turnan para agarrarme del brazo cuando camino. Tienen miedo que mis bastones se resbalen por la humedad. Yo le digo a los discapacitados que no se priven de estudiar’, dijo Fátima.