Cristian Favale, barrabrava que era buscado desde el viernes sospechado de ser el autor de los disparos que terminó con la vida del militante del Polo Obrero, Mariano Ferreyra, se entregó ayer al mediodía a la Justicia y ascendió así a dos la cantidad de detenidos por el caso, tras la captura del dirigente sindical del ferroviario Pablo Díaz.

Después de la presentación voluntaria, Favale fue trasladado a la División de Asuntos Internos de la Policía Federal en medio de un caos por el asedio periodístico. Fuertemente custodiado, Favale sólo alcanzó a decir ante la requisitoria de la prensa "más vale que soy inocente". La entrega de Favale se produjo casi en simultáneo con el levantamiento del paro sorpresivo de más de 12 horas en la línea Roca, decretado por la Unión Ferroviaria a la medianoche en repudio del arresto de Díaz.

La presidenta Cristina Fernández criticó ayer la huelga de los ferroviarios al señalar por Twitter que fue "una vergüenza de la misma dimensión que la actitud de quienes se negaron a colaborar con la Justicia, hasta la reincorporación" de los despedidos de empresas tercerizadas. "Como siempre los extremos se tocan. Esa historia es vieja y demasiado conocida. Dejen trabajar a la Justicia sin presiones ni extorsiones", remarcó la jefa de Estado. Cristina también respaldó a los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Educación, Alberto Sileoni, que fueron fotografiados junto Favale. Son fotos de ocasión dijo la presidenta y llamó "caranchos mediáticos" a los diarios Clarín y La Nación.

Si bien la Justicia dispuso el secreto de sumario por diez días en la causa, la magistrada Susana Wilma López y la fiscal Cristina Camaño intentarán escuchar a los detenidos, cuyos allegados ratificaron ayer su voluntad de "declarar" para aclarar su situación.

Favale, de 37 años, aseguró en las últimas horas que era "inocente" y que podía reconocer al autor del disparo que mató a Ferreyra al señalar que llevaba un tatuaje de un payaso en el brazo derecho. De hecho, fuentes del sector dijeron a DyN que un hombre con esas características trabajaba como guardatren en la estación Constitución de la línea Roca y que además, llevaba en el tatuaje la inscripción "Guarda Imperial", que alude a la hinchada del club Racing de Avellaneda. En ese sentido, los informantes dijeron que al parecer era "activo barrabrava" de ese club y que el cargo de guardatren implica la máxima autoridad de una formación.

Favale, quien es padre de tres niños de corta edad y vive en Florencio Varela, se entregó en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario en la alcaidía de Tribunales. Tras ser detenido, el joven aseguró que confiaba "en Dios y en la Justicia" y consultado sobre el crimen de Ferreyra por la prensa que lo esperaba en el edificio policial dijo: "Más vale que soy inocente". El abogado Sergio D’Amico, quien acompañó la presentación de Favale, destacó su "voluntad de declarar" en la causa.