La previa de la final entre los equipos de UPCN Voley y Drean Bolívar por la final de la Liga Argentina de Voley, se vio envuelta en un escándalo por un hecho bastante confuso: el opuesto sanjuanino de Bolívar, Federico Pereyra (22 años), fue acusado de cometer un delito la noche del lunes dentro de un hotel cinco estrellas ubicado en Desamparados, Capital. Y las acusaciones partieron de parte del presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol, Alfredo Derito, quien señaló que el joven fue descubierto por las cámaras de seguridad del hotel tomando el celular que se había olvidado en el hall Eugenio Figueredo, vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), quien también se hospedaba en el lujoso hotel junto a una comitiva de la Copa América. Tras el revuelo, el entrenador de Bolívar, Javier Weber, desmintió de plano el supuesto delito y las versiones de que desafectaría al sanjuanino de su equipo para la final y de la Selección argentina.
De hecho, Pereyra estuvo ayer en el equipo inicial de Bolívar. Salvo una bandera con una inscripción irónica ("Sanjuaninos, cuidado con los celulares"), el público en el estadio Cantoni no recibió de mala manera al jugador, quien al momento de realizar sus primeros saques no fue más que silbado por la gente, en una acostumbrada actuación para poner nervioso al jugador del equipo rival que está por poner la pelota en juego.
El hecho habría ocurrido la noche del lunes cuando el presidente de CFS se olvidó su aparato en el hall del hotel. Unos minutos después, Figueredo notó la ausencia y sus colaboradores y el personal del lugar comenzaron a buscar el celular. Pero no dieron con el aparato, hasta que revisaron las cámaras de seguridad. Allí, vieron sorprendidos cómo Pereyra tomaba el teléfono móvil, contó ayer Alfredo Derito a Radio Colón. Luego, habrían ido a buscar al jugador durante el entrenamiento y encontraron entre sus pertenencias el teléfono del dirigente, señalaron las fuentes. El enojo de Figueredo y de Derito habría crecido al notar que el "chip" del aparato no se encontraba junto al teléfono, por lo que perdió la información de su agenda de contactos. El dirigente del fútbol no quiso realizar ayer declaraciones, al sentenciar "para mí es un tema cerrado".
Por otro lado, en la Policía señalaron que sobre el confuso hecho no había ninguna denuncia realizada.
Por otro lado, Javier Weber, entrenador del opuesto sanjuanino, explicó a este diario que "fue un malentendido, no hubo ningún delito como se dice. Federico encontró el celular de este señor en el hall del hotel, se lo devolvió y se disculpó por tomarlo. Eso fue todo. Si hubo algún error del jugador, actuaremos como institución. Lamentablemente este tipo de cosas no ayudan al deporte y creemos que pasan para centrar la atención en otras cosas y no en la final de esta noche (por ayer)". Y agregó: "no he desafectado a Pereyra del equipo y tampoco lo voy a hacer de la Selección. No hay que darle más vueltas a esto".
Pereyra, que prefirió no tomar contacto con el periodismo antes del partido, juega en Bolívar desde el año 2009, cuando regresó al país luego de dos años militando en el exterior, por un exilio forzoso. Es que en 2007, jugando para Boca Juniors recibió una dura sanción de 3 años luego de haber arrojado una silla a una espectadora en un caliente partido de semifinales en Neuquén ante Gigantes del Sur, provocándole el corte en una ceja. Luego de las apelaciones, se le redujo la pena ya que no registraba antecedentes.
