El ministro de Gobierno, Emilio Fernández, salió ayer a poner paños fríos a la situación del Penal de Chimbas tras la fuga, el martes último, de Fabio Manuel Esquivel Icazati (20) del sector de máxima seguridad de donde se fue usando las llaves del pabellón mientras era filmado. Concretamente dijo "no quiero que de ésto se haga un teleteatro", argumentando que siempre sucedieron hechos parecidos en la cárcel. Negó que haya un complot o internas en el Servicio Penitenciario, pero afirmó que hubo "connivencia" entre los guardias y el fugado. También reconoció que se trabaja con sobrecargas horarias, aunque no justificó la accionar de los penitenciarios ahora investigados por la evasión.
El ministro Fernández aseguró ayer que el personal que estaba de guardia en la última fuga ya fue separado de sus funciones y está siendo investigado internamente, como así también por la justicia. "No quiero abrir juicio sobre si hubo negligencia o no. Lo que digo es que, por que lo que se pudo observar, no se trata simplemente de negligencia. La celda estaba abierta, eso es innegable. La reja del pabellón estaba abierta, también es innegable. El celador no estaba en su puesto y las llaves estaban en su escritorio. Y el que debía controlar las cámaras, no lo hacía. Entonces, eso no tiene ningún justificativo. Todo eso hace presumir que hubo una connivencia, pero eso lo va a determinar la investigación", aseguró.
Negó que haya un complot de algunos penitenciarios para desestabilizar la situación dentro del penal, o una interna entre los jefes. "Cuando suceden estas cosas siempre se buscan explicaciones o justificaciones. Existen las problemáticas propias de la relación entre las personas, pero no hay internas entre la conducción porque las funciones están perfectamente establecidas y las tareas también", aclaró.
La fuga desató un escándalo que puso en la mira principalmente a cuatro de los doce penitenciarios que estaban de guardia en el Sector IV del Penal de Chimbas, de donde escapó Esquivel Icazati. Y esto reavivó la tensión en la cárcel a raíz de una escalada de violencia por algunas reyertas entre reos y motines registrados las últimas semanas.
Sobre esto último también se refirió: "Pareciera ser que el penal está convulsionado recién ahora. No lo digo como excusa, pero no quiero que de ésto se haga un teleteatro. La gente que está adentro no es de un jardín de infantes. Esto siempre sucedió en el penal y hubo cosas peores en años anteriores", comentó Fernández.
Para él, los hechos sucedidos en las últimas semanas son casos aislados, aunque reconoció que el personal trabaja con sobrecarga horaria. "Somos conciente que debemos mejorar muchas cosas en el Servicio Penitenciario, pero se ha adelantado mucho. Como todo personal, la situación es muy compleja. Hay que reconocer que es una actividad dura y compleja, y estamos trabajando para traer más penitenciarios. Ahora, eso no justifica lo que sucedió en esta fuga".
El ministro sostuvo que "si se generan problemas, habrá que ver qué está fallando. Hay instancias jerárquicas que tienen su grado de responsabilidades y vamos a determinarlas". Ahí nomás, despejó la posibilidad de que por el momento haya cambios de funcionarios, aunque señaló que "el gobernador siempre tiene la renuncia nuestra a su disposición para cuando él las quiera firmar. El gobernador sabe cuando va a renovar a sus funcionarios".
