Para sumarse a los festejos mundiales por un aniversario más del Rotaract -la parte joven del Rotary Internacional-, los integrantes del club que bajo la misma insignia funciona en Concepción Este, decidieron desplegar una serie de donaciones en un asentamiento en Pocito. Por ser una fecha especial, no quisieron que fuese sólo llevar una ayuda material. Se propusieron que fuese el puntapié inicial para armar un proyecto conjunto que tenga como base "el ayudar a los demás y el ayudarse a sí mismos", tal como lo describen desde el club. Es por eso que entre todos, el fin de semana pasado hicieron una murga -incluida la elaboración de instrumentos y trajes además del armado de coreografías- para celebrar este encuentro de voluntades.

Hace por lo menos un mes que los integrantes del Rotaract de Concepción Este empezaron a visitar la denominada "Villa General Mosconi", ubicada en ruta 40 y calle 6, en el departamento de Pocito. Hasta allí llegaron por el dato de un integrante del mismo club, quien se interesó de forma personal por la precaria situación en la que viven más de 300 familias (las que tienen un total de 650 niños, según los propios relevamientos de este club rotario). Les bastó corroborar las necesidades básicas que padecen, para decidir ayudarlos con calzado, ropa y útiles escolares en primer lugar.

"Ir al lugar nos mostró que hay chicos que no van a la escuela porque no tienen como calzarse. Es por eso que iniciamos una fuerte campaña por conseguir zapatillas y zapatos de todos los números posibles. Esa es la primer necesidad. Pero también llevamos libros y útiles. De todos modos, sabemos que es un lugar donde carecen de todo por lo que seguiremos juntando estos y todos los elementos que nos acerquen", detalla Tatiana Berestein, una de las jóvenes que asumió el compromiso de ir todas las semanas al lugar, luego de la visita que realizaron el fin de semana pasado.

Para los jóvenes de la entidad solidaria, lo más importante no era llevar sólo "cosas materiales y que parezca que con eso cumplimos. Nos hemos comprometido a ayudarlos en serio, ese es el camino que queremos andar con ellos", agrega Tatiana, quien por ahora cumple funciones en el ámbito de las Relaciones Públicas del club pero que a partir de junio asumirá como vicepresidenta del Rotaract Concepción Este.

En ese afán por compartir otros momentos es que los rotaractianos programaron y cumplieron con un desayuno en conjunto (con bizcochuelos y tartas armadas por los jóvenes), una jornada de juegos y actividades con los niños del asentamiento, el pasado sábado 26 de marzo. Pero eso no fue todo. Confeccionaron los primeros instrumentos de la murga que armaron en conjunto. Y esta acción también tuvo una doble veta solidaria ya que los máximos colaboradores fueron los alumnos del Centro Aleluya, que son personas con Síndrome de Down que se sumaron a la iniciativa y que concurren puntualmente al lugar.

"Los chicos del asentamiento querían tener una murguita y ese fue un gran desafío para nosotros ya que nos propusimos juntar los elementos necesarios para el vestuario. Además juntamos botellas plásticas, bidones y pinturas para armar los instrumentos. Con todo el entusiasmo que los caracteriza se sumaron los chicos de Aleluya, quienes ya nos habían acompañado a un proyecto anterior con los abuelos del asilo de ancianos "San Francisco". La verdad es que por este detalle consideramos que es una iniciativa que nos ayuda a todos y donde todos somos útiles porque nos juntamos a pintar y a ensayar. La idea fue con todos estos elementos festejar el aniversario del Rotaract a nivel internacional", cuenta con entusiasmo Tatiana.

El proyecto no terminó con la música. Los integrantes del grupo solidario vinculado al Rotary, quieren volver al asentamiento y desarrollar allí una serie de charlas y talleres de capacitación, además de un espacio de lectura y arte para los niños. Como si fuera poco y para sumar un granito de arena, uno de los rotaractianos, se ha propuesto plantar olivos, para mejorar la calidad de vida de quienes viven en el asentamiento.