El ex almirante Emilio Massera, pasará a la historia argentina por ser uno de los principales ideólogos de la “guerra sucia” que dejó 30.000 desaparecidos en el país durante la última dictadura militar. Conocido como “Almirante Cero” o “El Negro”, Massera integró, la Junta Militar que desde el 24 de marzo de 1976 gobernó a “sangre y fuego” durante siete años. Entre sus tristemente célebres tareas en el Gobierno de facto se le atribuye la organización de la mayor cárcel clandestina del país en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), por la que pasaron unos 5.000 detenidos de forma ilegal, según los organismos de derechos humanos. Inició su carrera en la Armada de Argentina con el grado de guarda-marina. Fue alumno de la “Escuela de las Américas”, el instituto que Estados Unidos instaló en su jurisdicción del canal de Panamá para la instrucción de militares latinoamericanos. En 1974, Massera fue ascendido a almirante y posteriormente nombrado comandante en jefe de la Marina de Guerra, cargo que ejerció al compartir el primero de los cuatro gobiernos de la dictadura. Tuvo un papel preponderante en la organización del Mundial de Fútbol de 1978, uno de los más simbólicos ejemplos de utilización política de un acontecimiento deportivo, y a finales de ese año se alejó del Gobierno para dedicarse a la política. En 1983 presentó su candidatura a la Presidencia por el Partido para la Democracia Social, pero el 21 de junio del mismo año fue detenido por orden del juez Oscar Salvi por su presunta participación en la desaparición de un empresario, lo que truncó sus aspiraciones electorales. También fue considerado uno de los responsables del Plan Cóndor, como se denominó a la coordinación represiva de los regímenes militares del cono sur americano en las décadas de los años “70 y “80. Reclamado por España, Alemania, Suiza e Italia, entre otros, un tribunal de Roma comenzó a juzgarle en ausencia el año pasado por la desaparición de tres ciudadanos italianos durante la dictadura.
