Buenos Aires, 25 de julio. Después de forjar la impronta de mujer moderna e independiente, Dolores Fonzi abrazó al concepto tradicional de familia y se apartó de las cámaras para poder ser mamá y acompañar a su pareja, Gael García Bernal, en su ambiciosa y exitosa carrera cinematográfica.
Hoy, la hermana de Tomás volvió al ruedo laboral gracias a la insistencia de su novio mexicano aunque, aclara, sólo aceptó porque se trataba de un rodaje de cinco semanas.
“Él fue quien me convenció de hacer la película. Estaba muy entusiasmado con que yo volviera a actuar, a hacer mis cosas. Si era por mí, seguía en mi período sabático”, arranca Fonzi en una entrevista concedida al diario Perfil.
Alejada de las cámaras pero no de la prensa, Dolores recuerda aquellos meses en los que los medios internacionales se hicieron eco de una presunta separación conflictiva y sugirieron que el actor le habría pedido a Fonzi un análisis genético para confirmar su paternidad.
“Se metieron con mi hijo, con el ADN. Dijeron cualquier cosa. Gael tuvo que mandar un comunicado por Twitter para desmentir que había pedido un ADN del niño. No puede ser que la prensa mal informada ponga en duda la identidad de mi hijo”, denuncia crispada la actriz.
Su posición fue hermética. Del mismo modo en el que ninguno habló cuando la actriz Natalie Portman lloró ante las cámaras por la infidelidad de García Bernal, la rubia asegura que la única estrategia a tomar ante los rumores es el silencio.
“Es una mentira que te hace perder, decidas lo que decidas. Porque si elijo quedarme callada van a decir que me quedo callada porque es verdad que me separé y si salgo a desmentirlo van a aumentar el tamaño de la mentira”, asegura Fonzi.
Fuente: Minuto Uno
