El follaje, junto con las ramificaciones y su ubicación, determinan la forma de la copa. Este es uno de los elementos fundamentales para el diseño del paisaje. Este elemento también es tenido en cuenta para la selección de la ubicación.
 
Las copas son de forma y tamaño variables, pero se destacan las formas columnares, globosas, subglobosas u ovoides, cónicas o triangulares, piramidales, caedizas o pendulares, esferoidales o extendidas (como se ven en la ilustración). Estas pueden estar en contacto con el suelo (troncos vestidos) o bien estar a cierta altura del suelo (troncos desnudos)