Sólo un 43,01% de los 375 millones de ciudadanos que tenían cita con las urnas acudieron al llamado para elegir a los 736 eurodiputados -751 cuando entre en vigor el Tratado de Lisboa- que conformarán durante los próximos 5 años el único parlamento multinacional del mundo. Se trata de la tasa más baja de participación en la historia de las elecciones europeas -2 puntos respecto a 2004, cuando fue del 45,47%-. La participación, muy desigual entre los Estados miembros, oscila entre tasas superiores al 90% en países donde, como en Bélgica, el voto es obligatorio y otras que ni siquiera alcanzan el 20%, como en Eslovaquia.
