Como anillo al dedo le vino la renuncia de Evangelina Anderson, porque -con un personaje armado que bastante aportaba al show- pudo regresar a la pista… y a sus andanzas. Así las cosas, anoche Belén Francese se calzó el traje de odalisca y trató de menear cadera (no demasiado bien que digamos) en su rentré al circo más exitoso de la TV. Pero además de bailar, hizo su propio show, como era de esperar. Erigida en la enamorada guardabosques de Marcelo Tinelli, la "poetisa" arrancó criticando a Coki Ramírez, a quien en un comienzo se negaba a saludar, pese a que Carmen pidió paz entre las niñas explicando que tal vez ambas sean compañeritas en la revista de Mar del Plata. Días antes, Belén había dicho que ya estaba harta de Coki, la pretendiente cordobesa del conductor que ya le devolvió el lugar en el certamen a Sabrina Rojas, pero cuya rendidora novelita rosa con Tinelli la mantiene en el programa.

El boomerang desde Córdoba no tardaría en volver, aunque no fue del lado de Coki precisamente. Otro de los participantes más carismáticos de esta edición, La Mole Moli, le tiró un cross en la mandíbula a la rubia…. no literalmente, claro. Con su natural desparpajo, Moli criticó su regreso.

"No tengo nada contra nadie, pero la que decide irse, como Luciana Salazar o Evangelina Anderson se tiene que ir y punto. No puede ser que Belén Francese se fue y a la semana vuelve como reemplazo. No tengo bronca, eh. Es sólo mi opinión", tiró el púgil, volviendo a dividir las aguas en el alterado jurado, que ahora se divide entre Gra Alfano y el resto del mundo y que, como viene sucediendo, no resigna ni un ápice de histérico protagonismo.