Cuba, 20 de septiembre.- Durante su primera misa en la Plaza de la Revolución, en Cuba, y ante una multitud de fieles, el Papa dio un fuerte mensaje y aseguró que: "Nunca el servicio es ideológico, se sirve a las personas, no a las ideas". De ese modo, instó a los cubanos a servir "a las personas" y no a las "ideas" e insistió en que la importancia de las naciones se mide en cómo atienden a las necesidades de los más desfavorecidos.
El pontífice dijo en su homilía y aseguró que el pueblo cubano tiene "vocación de grandeza" y que debe cuidarla. "La importancia de un pueblo, de una nación, la importancia de una persona siempre se basa en cómo sirve a la fragilidad de sus hermanos", dijo el Papa, que dedicó su homilía a recordar a los cristianos que "todos estamos invitados a hacernos cargo los unos de los otros por amor".
El papa defendió el concepto del "servicio" a los demás pero alertó contra la tentación de querer beneficiar "a los ‘míos’ en nombre de lo ‘nuestro’", porque, señaló, eso puede generar una "dinámica de exclusión".
A la vez, indicó que "hoy los invito a que cuiden esa vocación de servicio, a que cuiden estos dones que Dios les ha regalado, pero especialmente quiero invitarlos a que cuiden y sirvan, de modo especial, a la fragilidad de sus hermanos".
"No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado", advirtió Francisco en la ceremonia, a la que asistió el presidente cubano, Raúl Castro, y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
"Servir significa, en gran parte, cuidar la fragilidad. Cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo", dijo el Papa.
Fuente: Infobae
