El papa Francisco volverá hoy a la ciudad brasileña de Aparecida, donde se encuentra el mayor santuario mundial dedicado a la Virgen. Se trata de un lugar emblemático para el pontífice, ya que, en su función como cardenal Jorge Bergoglio, comenzó en esa ciudad a trazar en 2007 su proyecto de una ‘Iglesia para los pobres‘, que lo llevó a ser proclamado Papa. El arzobispo local y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil, cardenal Raymundo Damasceno Assis, dijo ayer que el Papa llegará allí en helicóptero como ‘un peregrino más‘ y para ‘tomar fuerzas‘ antes de tener el primer encuentro multitudinario con los jóvenes que participan en Río de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ayer tuvo su misa inaugural en Copacabana sin la participación del Papa.
El santuario mariano de Aparecida, ubicado a 250 kilómetros de Río de Janeiro, es el más visitado por los devotos brasileños y hoy se espera que acudan más de 200.000 para ver al Papa. El pequeño poblado del estado de San Pablo estaba ayer ‘blindado‘ en el marco de un operativo de seguridad especial por la llegada del pontífice y tras encontrarse el domingo una bomba de fabricación casera en uno de los baños del estacionamiento.
El Papa llegará a las 9.30 a Aparecida, donde venerará a la Virgen María bajo esta advocación en la Sala de los 12 Apóstoles y celebrará una misa en la basílica del santuario. Pero volver a Aparecida tiene otras connotaciones para Francisco, que dedicó la jornada de ayer a descansar tras el viaje que lo trajo hasta aquí y la emotiva bienvenida que le dieron miles de personas en el inicio de su visita a Brasil.
Para el Papa, Aparecida es un lugar clave porque allí tomó forma su proyecto de ‘una Iglesia pobre y para los pobres‘, misionera y que no se encierra en la sacristía sino que sale al encuentro del que sufre. El documento conclusivo de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se celebró allí en 2007 y tuvo a Bergoglio como presidente de la comisión de redacción, revela el ADN del pueblo latinoamericano.
No sólo sus raíces cristianas, sino también sus virtudes y defectos, sus carencias, su pobreza y miseria, la dignidad humana, la opción por los pobres, los migrantes, los adictos, el matrimonio, la familia, la cultura de la vida, el cuidado del medioambiente.
Un texto fundacional donde se plantean luces y sombras en la evangelización, que traza un diagnóstico de la realidad sociopolítica y ‘relanza‘ a la Iglesia a través de una mayor apertura de la estructura eclesiástica y un mejor acompañamiento de los fieles. El documento no deja de alentar una intensa formación de cuadros políticos católicos y una renovada opción preferencial por los pobres. También se refiere a América Latina como un continente con ‘democracias frágiles‘ amenazadas por ‘desvíos autoritarios‘.
