El papa Francisco recibió ayer a la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que viajó a Roma para la canonización del Cura Brochero, en una audiencia privada en el Palacio Apostólico, donde dialogaron sobre la situación social, política y pastoral del país. El encuentro, el primero entre el pleno de la mesa ejecutiva del Episcopado desde que Jorge Bergoglio llegó al pontificado, se extendió por más de 40 minutos.

‘Fue un encuentro fraterno, en el que hablamos de la realidad social y la vida pastoral de la Iglesia en el país‘, dijo a DyN desde Roma un vocero episcopal. ‘Los obispos dijeron que durante el encuentro vieron al Papa muy animado y alegre”, agregó.

La misma fuente episcopal dijo que los obispos le transmitieron el deseo del pueblo argentino de que visite el país, a lo que el pontífice respondió: “Siempre espero poder ir”.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, destacó la ‘relación madura’ entre el gobierno de Mauricio Macri y la Iglesia que se basa en la ‘autonomía y cooperación que le hace bien a las dos partes’.