Largó el partido y ya estaba dando indicaciones a los gritos. Dybala hizo su primer gol al minuto de juego y él casi que ni lo festejó. Aprovechó que Videla estaba cerca y lo llenó de gritos. Darío Franco, el ex técnico de San Martín, dejó en claro que sigue fiel a su estilo. Que no cambia. Que es el “Loco Bielsa” en miniatura.
Es que lo de Franco es un show aparte. Si hasta le ganó al Flaco Dillon con sus gritos y el mismo técnico rival le protestó al cuarto árbitro que se salía de las líneas permitidas. Lo advirtieron pero fue como si nada.
Remera blanca del club cordobés y un buzo negro. “Corrió” a la par de sus dirigidos. Si hasta pidió una botellita de agua que la tuvo en sus manos por 10 minutos. Siempre hablando, gesticulando. Agarrándose la cabeza hasta cuando su equipo ganaba 4-0. Y, tras el partido, las frases sinceras de un técnico capaz por donde se lo mire: “Instituto ha logrado un buen equilibrio y ahí está el secreto. Todos los partidos son complicados porque la categoría es pareja. Hoy (por ayer) supimos capitalizar ciertos errores de Desamparados y tuvimos la efectividad necesaria para sacar diferencia. Pero todavía falta mucho y no hay que dar nada por hecho. Sólo trabajar más”.
