-Mientras sigan enredados en el mundo espiritual, no podrán distinguir lo real de lo irreal.

-La verdad todo lo protege. No hay guardián más poderoso que ella.

-Los grandes hombres esparcen la luz de la sabiduría a través de cada una de sus palabras y de sus acciones.

-Respeta siempre el punto de vista ajeno. No inicies disputa a la primera divergencia de opinión. El otro puede estar en lo cierto y tú en el error. Reflexiona sobre sus argumentos.

– No te hinches de orgullo cuando lo demás te alaben; no te sientas abatido cuando te culpen.

-La paciencia es toda la fuerza que un hombre necesita.

-El hombre es un peregrino que ha emprendido un largo viaje: partió desde la piedra, siguió adelante hacia el vegetal y el animal, y ha llegado ahora hasta la etapa humana. Tiene aún largo camino por recorrer para alcanzar lo divino, de modo que no debe detenerse.

-Cada momento es precioso; cada paso debe llevarlo adelante y acercarlo a su meta.

-Evita hacerles a los demás todo aquello que tú pienses que los demás no deberían hacerte.