Que llegó al Movimiento Agropecuario Provincial a principios del año pasado, con su proyecto para explotar la cría de cabras. Que desde entonces empezó a trabajar en ese organismo hasta que su líder, el prófugo Carlos Albornoz, les comentó que existía la posibilidad de tener casas del IPV, porque había hablado con el gobernador. Que entonces se inscribió y puso plata por las carpetas, junto a otros miembros de su familia, como su esposo, su hijo, su nuera. Que su hijo Marcos Barragán y Pedro Roldán, llegaron a cobrar a distintos postulantes, pero que la plata siempre iba a parar a Albornoz. Que Albornoz le dijo que iban a tener casa en el barrio Banderas Argentinas, donde habían quedado 7 sin ocupar tras el sorteo. Que no consiguió casa, le reclamó a Albornoz y ahí recibió el llamado de una mujer que dijo ser la Directora de Adjudicaciones, Mirta Cocinero, diciéndole que se quedara tranquila porque iba a tener su techo. Que cuando la gente empezó a reclamarle, empezaron a buscar respuestas en Albornoz, y que al no encontrarlo y saber que se fue, lo denunció. Que ya presa, la otra detenida por el caso, Alejandra Dragui, le dijo que aquel llamado de la supuesta funcionaria Cocinero lo había hecho ella y también le confesó haber tenido una relación sentimental con el principal sospechoso ahora buscado en todo el país. Y que está dispuesta a sostener sus dichos en un careo con Dragui.
Según fuentes judiciales esos fueron algunos de los tramos salientes de la declaración de Miryam Quiroga ayer, en el Cuarto Juzgado de Instrucción dirigido por el juez José Atenárogas Vega (secretaría de Gladys Capdevila). Y sirvieron para complicar a la otra detenida, quien negó estar al tanto de las maniobras fraudulentas que llevaron a unas 206 familias a perder montos de entre 7.000 y 15.000 pesos por las carpetas. Un total de 145 pusieron la denuncia.
Quiroga es una de los cuatro detenidos por el presunto fraude millonario con casas del IPV, y luego de dar su versión fue trasladada al penal de Chimbas, donde también están alojados, su hijo, Dragui y el publicista Pedro Roldán, quienes también se declaran víctimas de Albornoz.
Cada situación descripta en la declaración de Quiroga (asistida por el abogado Diego García Carmona) será chequeada ahora por el magistrado, quien intenta desentrañar a fondo la maniobra.
La última declaración será la de Barragán, quien está muy molesto y revelará con detalles cómo fueron las maniobras que atribuirá a Albornoz.