Señor director:

¿Con qué "arma” cuenta el ciudadano común, trabajador, productivo, para frenar las ansias de poder de partidos políticos (en realidad, los hombres que los constituyen). A ellos no les interesa la Argentina, sólo ocupar puestos para su beneficio personal.
¿O no queda demostrado que ante sus ojos ven el robo al país? Ven la prepotencia de grupos amenazando al ciudadano común, como el caso de Jujuy, y prefieren "disimular”, convirtiendo en mártir a una Milagro Sala.

Prefieren "manipular” un organismo judicial, con tal de borrar pruebas, para quedar impunes y perpetuarse en el poder… Doctrinalmente, es un "nihilismo moral”.

No podemos hablar de la existencia de la moral (si ella molesta para nuestro beneficio la "revoco” a mi manera y disfrazo los hechos de corrupción.

También hay otros poderosos, que con tal de ostentar los cargos más altos de la Argentina, no están preparados, para llevar al país a "puerto seguro”. Pero, lo importante es que "llegué a ser presidente”.

Les podría decir a muchos: "señores controlen más a los políticos y funcionarios”. Me dirían: "a qué hora, si para poder subsistir con nuestra pequeña empresa, negocio, trozo de tierra, profesión, trabajo, debemos ocupar todo nuestro tiempo y esfuerzo para mantenernos.

¿Habrá que hacer cambios en los sistemas democráticos?
Por ahora hay que recordar que la verdad es la base de la Justicia. La humanidad hace del hombre portador de conciencia y razón. Por ello, decir la verdad no es lo mismo que mentir. Y su responsabilidad lleva a actuar según la moral. Si caemos en un relativismo, la moral desaparece.

Tenemos un camino arduo para retomar en nuestro país, a través de la educación (que no es sólo reformar sistemas de enseñanza computarizados), sino profundizar y "hacer carne” la existencia de valores. Es decir, humanizar al hombre.

Hace 200 años atrás, el Padre de la Patria, General José de San Martín, hablaba " necesitamos políticos no de café”. Su conducta fue exponente de valores. Allí tenemos ejemplo para enseñar desde pequeños a nuestros habitantes.

La gobernabilidad es necesaria. Respetemos con orden a la autoridad elegida. Pero construyamos un futuro desde hoy, donde los valores estén enraizados en cada uno de los ciudadanos.
Señores políticos, lo importante no es demostrar la fuerza dentro de un recinto legislativo, sino salvar a la Argentina actuando con la verdad que es la Justicia.