Las urnas dijeron claramente que los argentinos queremos un cambio, pero esa única certeza disparó miles de conjeturas que aún ni siquiera visualizamos. La dicotomía de tener un gobernador y un presidente de colores políticos distintos provocó movimientos notorios y urgentes: el gobernador electo, Sergio Uñac, ya mandó a sus nuevos ministros a buscar contacto con los funcionarios de Mauricio Macri; incluso, uno ya lo logró. Hay llamados telefónicos, aseguran, entre el pocitano y el referente PRO sanjuanino, Eduardo Cáceres, y se viene una reunión que aún no tiene fecha. Al mismo tiempo José Luis Gioja ya casi se aseguró la presidencia de bloque de la Cámara Baja. Y, a la vez, en la oposición también se están moviendo con la velocidad de la luz: Roberto Basualdo y Eduardo Cáceres ya pactaron puntos en común y muy probablemente uno de los referentes del senador se quede con un cargo nacional de sede sanjuanina. Además, Cáceres ya puso a uno de sus alfiles en el futuro Ministerio del Interior, lo que puede resultar clave. Y hay mucho más que aún no se conoce.
Todavía no imaginamos lo distinta que será la vida política sanjuanina. El peronismo se enfrenta a un problema que nunca tuvo. Sólo por mencionar un ejemplo que sirva para dimensionar el tamaño del cambio que se avecina, se puede citar el manejo de los fondos nacionales, una gran herramienta para hacer política. Hasta ahora todo lo que venía de la Nación pasaba por Gioja. Los municipios para poder avanzar en cualquier obra o gestión tenían que tener diálogo antes con el Gobernador. No era una situación armada por Gioja, era un sistema instalado en el país, al que se someten propios y ajenos, lamentablemente. Desde el 10 de diciembre es muy probable que el sistema siga igual, pero con otros actores. Los intendentes de la oposición, si el basualdismo logra relacionarse de manera correcta, correrán con las mismas o mejores ventajas que los del oficialismo de Uñac. Ya no será tan doloroso ser de la oposición. Ni tampoco tan ventajoso pertenecer de manera religiosa al FpV. En ese lote podría lograr espacio Marcelo Orrego, el actual jefe comunal de Santa Lucía. Es uno de los opositores con mejor imagen y sin posibilidades de repetir mandato en 2019; es decir, la coyuntura lo obliga a buscar otro destino político. Si logra seguir haciendo una buena gestión y mantiene su imagen alta, más los proyectos que pudiera conseguir en Buenos Aires de manera directa con el PRO, se puede convertir en un potencial enemigo fuerte del Justicialismo. Por eso será más que importante el acuerdo que logre hacer Sergio Uñac con Macri. ¿Respetará territorialidad el PRO? Los referentes del partido amarillo de San Juan dicen que sí, pero habrá que verlo en la marcha.
El gobernador electo de La Rioja, Sergio Casas, ya mantuvo un encuentro con el presidente electo, a pesar de pertenecer al peronismo. Y tres de sus diputados fueron, entre otros, los que se levantaron de sus bancas la última sesión de Diputados, obligando al Frente para la Victoria a pasar papelón para conseguir los votos suficientes en el ya tradicional paquete cerrado de leyes de fin de año de la Cámara de Diputados de la Nación. Uñac deberá tener cintura de elástico para no caer en esas maniobras, que al final de cuentas pueden ser peligrosas puertas para adentro. Rendidoras con quién tiene la caja, pero desestabilizantes a más no poder. Habría que hilar muy fino en la vida política riojana para cerrar una sentencia respecto de lo ocurrido, pero desde afuera parecería que si para dar señales hay que levantar diputados, la negociación no es pareja. Y el riojano no pareció muy astuto. Incluso, para terminar de sentenciar la conducta del vecino, habría que meterse en los términos de negociación, los que aún San Juan no conoce. Veremos.
Por ahora Uñac mandó a sus ministros a ponerse a disposición del Gabinete macrista. Jorge +Coqui+ Chica, futuro secretario de Estado de Deportes ya logró hablar con Carlos Mac Allister, el flamante secretario de Deportes del PRO. Ambos son exjugadores de fútbol y es muy probable que el sanjuanino logre comulgar con el pampeano. Lo mismo tienen que hacer todos los funcionarios sanjuaninos.
En medio de toda esta maraña de rápidas definiciones políticas apareció la Corte Suprema de Justicia de la Nación con un fallo que a las provincias les sirve muchísimo: declaró inconstitucional la deducción del 15 por ciento de la coparticipación federal de impuestos para financiar la Anses, lo que en la práctica significa mayor financiamiento para las provincias. Uñac tiene la oportunidad de reclamar por vía judicial los fondos que ya fueron descontados, como quieren hacer varias provincias argentinas, pero prefiere sentarse a dialogar con Macri antes. El pocitano piensa que es mejor hablar antes que empezar una relación por Tribunales con la Nación. La semana pasada pudo charlar con Cáceres telefónicamente y cruzaron banderitas blancas. No está, parece, en el ánimo de ninguno de los dos ponerse a confrontar. Se conocen poco, empezarán a hacerlo ahora. A Cáceres el peronismo no lo quiere, pero ahora el gobernador será Uñac. Veremos.
Y hablando de conveniencias, es casi un hecho que José Luis Gioja se convierta en el presidente del bloque del Frente para la Victoria en Diputados. El miércoles pasado en un almuerzo en Morón, provincia de Buenos Aires, los gobernadores del peronismo se lo pidieron. Gioja parece que dirá que sí. Es ganar una pulseada importante ya que los +camporistas+ también querían ese lugar, pero los gobernadores hicieron pesar su número dentro del armado oficialista y empujaron a Gioja. Los popes del PJ están dispuestos, parece, a dejar gobernar a Macri un tiempo al menos. Y van a dar una señal interesante en el Senado: tienen decidido no reclamar la Presidencia Provisional del Senado, lugar importante si los hay. Es el tercero en la línea sucesoria y eventualmente puede reemplazar hasta al Presidente, al menos por un tiempo. La Presidencia Provisional se elige por simple mayoría y con los números que el peronismo ha cosechado en Senadores, bien podría hacerse del sitio. Si bien por ética política deberían dejar que ese cargo lo ocupe alguien del mismo color del Presidente, se sabe también que la ética es un bien escaso en la Argentina. Podrían reclamarlo, pero no lo harán.
El peronismo se está rearmando y planean dejar gobernar. Es, aparentemente, el kirchnerismo el que está más atento a los errores de Macri. Ya varios K han rozado las amenazas al aludir a los 12 millones de votos que logró Scioli en el balotaje: +Vamos a exigir los derechos de la gente+. O +si tocan los beneficios sociales que tanto nos logró conseguir en 12 años, no sabemos qué pueda pasar+, fueron algunas frases que se dijeron esta semana. Y en todos los casos fueron kirchneristas quienes las manifestaron. El kirchnerismo sabe que no tiene los votos y se desespera por ello. Ojalá no se pongan demasiado nerviosos.
Los gobernadores aseguran que Daniel Scioli ha perdido por menos de dos puntos. Esa cifra, dicen, saldrá del escrutinio final. Por esa escasa diferencia le achacan un cachito de responsabilidad a Alejandro Tullio, director Nacional Electoral. Tullio fue puesto en ese sitio por Florencio Randazzo, el ministro cristinista que se rehusó a ser candidato a gobernador de Buenos Aires, tras la confirmación de que Scioli iba a ser la punta de lanza del oficialismo. En ese almuerzo en Morón quedó claro que el funcionario pudo haber comunicado de manera distinta los datos y eso pudo haber provocado otra reacción en los fiscales amigos y en los votos en definitiva. ¿Vendetta? Muchos peronistas con varias elecciones en la espalda, piensan que sí.
En definitiva, si Gioja acepta lo que ya le pidieron, otra será la ventaja para la provincia. San Juan podrá pararse distinto ante Macri. Uñac y Gioja comulgan mucho más de lo que la gente y muchos dirigentes cercanos a ambos creen. Son un tándem perfecto. Negocian de manera permanente entre sí pero se demuestran respeto todo el tiempo. No hay fisuras entre ambos. Muchos justicialistas apostaron a un quiebre en esa relación pero por lo que se ve desde afuera, parece que eso será imposible.
Del lado de la oposición, por supuesto que las cosas son distintas. Roberto Basualdo y Eduardo Cáceres ya se reunieron. El primero no le pidió nada. Y el segundo le ofreció al menos un lugar dentro de los cargos nacionales en San Juan. Basualdo aceptó, pero sin dar nada a cambio. Cáceres se lo ofreció en señal de buena amistad, de un inicio de reconciliación tras los vaivenes de las elecciones y parece que dio resultados. +Necesitamos construir, es el momento+, asegura el rubio a su gente de manera inteligente. El excandidato a intendente de la Capital casi vive en Capital Federal por estos días. Ha conseguido meter a Enzo Cornejo como secretario o director (las fuentes no lo precisaron) en el Ministerio del Interior. Esa cartera es la que maneja de manera directa la relación con las provincias. Y ese logro no es lo más importante. Varias fuentes dijeron que no hay techo y cualquier cargo que se imagine el lector por estas horas es posible. El PRO no tiene gente, no es el peronismo que tiene dirigentes postergados en distintas provincias esperando por un lugar desde hace décadas. Ahora son pocos y no alcanzan a abarcar tanto. +No digas nada+, es la frase que más suena entre los dirigentes del partido amarillo por éstos días. +San Juan lo necesita+, justifican los pedidos de silencio a la prensa. Prometen más oro que Veladero en plena producción.
Cáceres, de excelente relación con Emilio Monzó, máximo operador político de Macri, es quién está operando todos esos movimientos. Por ejemplo, hay que ver qué pasará con la comisión de Minería de la Cámara Baja y con la secretaría de Minería de la Nación, lugares de expectativa para San Juan. Cáceres es hoy vicepresidente de ese conjunto de diputados, ¿podrá llegar a la Presidencia? Y la secretaría, ¿será para el empresario minero sanjuanino Ricardo Martínez? Hay un mundo extraño de posibilidades que el dirigente del PRO está tratando de dominar, veremos cómo resulta.
Por ahora entre los dirigentes políticos sanjuaninos de la oposición y el oficialismo reina la paz, pero también el apuro ya que todo se define en muy poco tiempo.
