Octava maravilla de la discografía de Fito Páez, el próximo 4 de octubre, El amor después del amor cumple dos décadas de su lanzamiento, aunque las celebraciones comenzarán en junio (ver aparte). Como la producción más vendida del rock nacional, la placa superó la marca impuesta por Rockas Vivas de Miguel Mateos y consagró a Fito como uno de los más importantes rockeros de Latinoamérica.
En 1992, ¿alguien podía imaginar que este disco se convertiría en una obra cumbre? En aquel entonces pelilargo y con varios años menos, el cantante volcó en su trabajo un cóctel de emociones del que se desprendía el aroma a nostalgia (por la separación de la cantante Fabiana Cantilo) y el gustito a nuevo de su relación con la actriz Cecilia Roth (con quien vivió una intensa historia y adoptó a su hijo Martín).
Así, los 14 temas que el astro estrenó en el estadio Newell’s Old Boys de Rosario están teñidos por esos hechos que sellaron a fuego su corazón. Pero no solamente. Convertido en el primer artista no cubano en tocar en la Plaza de la Revolución, justamente por El amor…; el rosarino, que hoy pone el punto final al Quilmes rock junto con Charly García, también se inspiró en situaciones de película (como en Dos días en la vida que tomó del film Thelma & Louise).
Hace unos años, el autor relató cómo fue el proceso de su creación: "Fue un disco hermoso de hacer, fuimos a una casa en la playa uruguaya llamada José Ignacio. Nos encerramos unos 15 o 20 días con un grupo de colegas y técnicos, ahí, se cocinó el corazón del disco. Después vino Carlitos Narea, productor chileno, y estuvimos encerrados en un pequeño estudio otros 10 días dándole forma ya más concreta a las canciones. De ahí, fuimos a Ion, el estudio en Buenos Aires, y grabamos en un mes y medio. En Londres hicimos Abbey Road, metimos las cuerdas y los metales y mezclamos. Quedó este álbum precioso".
Sin embargo, no todas fueron rosas para el estilo con acento pop que impuso con la publicación de este material y continuó en su siguiente proyecto Circo Beat. Sus admiradores criticaron ese giro musical, por su superficialidad y lo tildaron de "falto de compromiso".
Lo cierto es que, pese a los reparos, El amor después del amor fue cuádruple álbum de platino con 240.000 copias vendidas, recibió las distinciones de Mejor disco solista de rock de la Asociación de Cronistas de Espectáculos (ACE) y el hit Un vestido y un amor se considera como una de las mejores composiciones del género. "Nadie puede y nadie debe vivir, vivir sin amor…", sin duda, estos acordes terminaron marcando una era en la historia de la música argentina. (Ftes: Télam, Wikipedia)
