Boca Juniors e Independiente igualaron anoche 3-3 en La Bombonera su partido de ida por la segunda fase de la Copa Sudamericana en 90 minutos emotivos y cambiantes, al cabo de los cuales el resultado dejó más satisfecho al equipo visitante. Los dos cometieron muchos errores, se mostraron inseguros y no capitalizaron de la mejor manera sus pasajes más favorables, pero esos conceptos quedan en un segundo plano por lo intenso que resultó el juego y por todas las alternativas que fueron sucediéndose. Boca contó con una formidable labor de Juan Sánchez Miño, pareció tener el partido bajo control en el primer tiempo, pero se desequilibró con facilidad cuando lo atacaron y no definió en las varias ocasiones que tuvo para hacerlo.

Independiente, en todo momento, pareció un equipo permeable, dio muchas ventajas y no aprovechó el hecho de jugar con un hombre de más durante casi 40 minutos por la expulsión de Rolando Schiavi, pero algunas actuaciones individuales, como la de Jonathan Santana y la de Patricio Vidal, lo sostuvieron y posibilitaron que se llevara un empate. A los 15’,Leonel Galeano se enredó con la pelota en la puerta de su área, se cayó y permitió que el uruguayo Santiago Silva se escapara para enfrentar a Hilario Navarro y lo venciera con remate a palo derecho. La superioridad de Boca fue acentuándose frente a un rival desconcertado. Pero Independiente llegó al primer empate a los 45. Vidal le ganó a Christian Cellay por izquierda y sacó un centro bajo para que Santana igualara el partido. La alegría no le duró nada a Independiente porque de inmediato Leandro Somoza recibió un pase hacia atrás de Silva y con remate al palo derecho de fuera del área puso el 2-1 parcial. Iban 3 minutos del segundo tiempo cuando a D’Angelo se le escapó una pelota dos veces y permitió que Rosales volviera a empatar. Cuatro minutos más tarde Boca quedó con 10 jugadores al ganarse Schiavi su segunda amonestación.

A los 31, después de una corajeada del uruguayo Emiliano Albín, de buen estreno, Sánchez Miño clavó un espléndido tiro libre y pareció sentenciar la historia. Pero Clemente Rodríguez paró mal una pelota en el área, se la robó Luciano Leguizamón y el lateral le cometió penal. Farías no falló y estableció el empate final.